El propio Mariano Rajoy se hizo eco del dato al hablar de la notificación postal, de 2,55€, mientras que la notificación electrónica se queda en 0,19€. ¿A quién beneficia esta medida? A aquellas empresas o administraciones que emiten un mayor número de facturas, a las grandes empresas y Administraciones. Lo que no dice es que para una Pyme o un autónomo será un gasto adaptarse a este tipo de facturación.
En teoría a partir del 1 de noviembre de 2010 en todos los contratos con el sector público, obligaban a usar ya la factura electrónica, aunque su entrada en vigor se ha ido demorando. Se aprobó en agosto de 2011 un plan para la implantación y el empleo de la factura electrónica y se crea el Foro Nacional Multilateral sobre facturación electrónica.
A pesar de todos estos esfuerzos sigue sin implantarse debidamente. Con el nuevo reglamento de facturación además se introdujo una nueva definición de factura electrónica. En principio para una pequeña Pyme no debe ser demasiado complejo implantarlo, pero igualmente supondrá un coste al tener que adaptarse a una nueva manera de trabajar.
De todas formas creo que todas las empresas harían el esfuerzo y esto supusiera que la administración va a pagar en los plazos debidos, aunque me temo que no es tanto un problema de saber que se debe sino de con qué dinero se paga.
En Tecnología Pyme | La Agencia Tributaria aclara como debe dar su consentimiento el cliente para el uso de la factura electrónica Imagen | kozumel