Desde el principio de mi vida profesional he oído siempre una frase: “los informáticos son personas diferentes” y acompañando a esa afirmación, siempre me hice la misma pregunta: “¿por qué somos personas diferentes?”, al menos, ante los ojos de personas con otra profesión. Sin embargo hay que lidiar con la personalidad de los informáticos ya que son casi obligatorios en la empresa.
Normalmente los informáticos estamos asociados a un perfil que ocupaban los primeros profesionales de esta materia. Personas que dedicaban prácticamente todo su tiempo a estudiar matemáticas u otras ciencias. Estas personas prescindían casi en su totalidad de relaciones externas a su vida laboral debido a la cantidad de horas que requería el estudio de esas ciencias.
Los informáticos no pertenecemos a la forma de ser de nuestros maestros de materia. Habitualmente somos personas dinámicas y que mezclamos nuestra labor con hobbys. Cierto es que normalmente nos llevamos trabajo a casa, o nos conectamos y reparamos o añadimos opciones, o simplemente pensamos en qué soluciones dar al día siguiente. Evidentemente existe la versión contraria.
Estos gestos nos separan de la vida cotidiana, al igual que los primeros informáticos, nos alejan de lo que la gente normal suele hacer. ¿Somos parecidos a los pioneros de la informática? En algunos aspectos sí. Pensamos que somos diferentes, no lo somos y seguimos llevando una vida ligada a nuestro trabajo.
En el trabajo, normalmente, pasamos más horas cada día que con los amigos. Es un sitio al que debemos ir y no tenemos opción de evadir legalmente nuestra asistencia. Es mejor mezclarse con los colegas de profesión y que el trabajo fluya. Como en todos los campos profesionales donde se convive con compañeros podemos usar el dicho: “la unión hace el poder”.
La relación con otros informáticos es algo más complicada. Evidentemente somos humanos ante todo y la forma de ser de cada uno como profesional depende de su forma de ser como persona. Pero he podido comprobar que existen dos tipos de compañeros: el que es un amigo, te ayuda y se puede evolucionar con él o el que todo lo que haces está mal bajo su prisma.
Esto es un detalle importante para las empresas, especialmente para el departamento de recursos humanos. Un buen profesional es aquel que mezcla buena personalidad con talento. Y no sólo para la empresa, sino para el ambiente de trabajo.
Otra opción donde se pude comprobar la calidad del informático y su forma de ser es con sus compañeros en el trabajando a distancia. Es difícil organizar a un grupo de personas que no se ven. La coordinación debe premiar, al igual que el estado de las tareas; la comunicación se debe reforzar por diferentes vías, como teléfono, sms, correos electrónicos o plataformas en la nube. Es en este caso es donde el informático suele cruzar el umbral hacía el trabajo, olvidando la vida social; es otro caso donde somos diferentes.
No son más que anotaciones y vivencias sobre mi camino en esta profesión, aunque se aprecian ciertos tintes personales. El informático actual es una persona preparada en varias materias profesionales y que pude dotar de versatilidad a las personas que le rodean gracias a sus inabarcables inquietudes por comprender cómo funciona todo.
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