Las barras de tareas nos ayudan a tener de forma muy visual las aplicaciones más a mano que necesitamos para nuestro trabajo. Ademas, nos ayudan a controlar el estado de la aplicación, e incluso a ejecutar determinadas funciones de la misma. Una vez que te acostumbras a su uso más allá de las mejoras visuales que representan nos ofrecen una forma más ágil para acceder a determinadas aplicaciones. Se trataría de tener siempre visible las aplicaciones que más utilizamos en nuestro equipo. Siempre a mano.
Una vez que comienzas a utilizarlas se hacen casi imprescindibles. Pero quizás en Windows no son tan necesarias, ya que existen otras alternativas que nos pueden ayudar a trabajar de forma igual de eficiente sin necesidad de dichas barras de aplicaciones. Además aunque tenemos algunas alternativas para utilizar, no acaban de convencerme en cuanto a su funcionalidad tanto como las opciones que existen para otros sistemas.
Las opciones que nos permiten prescindir de este tipo de atajo en Windows son las siguientes:
Anclar las aplicaciones más utilizadas a la barra de tareas de manera que correo, navegador, programa de gestión están directamente siempre en la barra de tareas, a golpe de un click para abrirlas. En Windows 7, por ejemplo, cuando se minimizan lo hacen directamente al lugar en el que se encuentran ancladas, lo que es una comodidad al no tener que estar buscando su lugar en la misma.
Miniaturas de ventanas otra característica que con las nuevas versiones de Windows nos permite controlar el comportamiento de la aplicación que estamos abriendo. Por ejemplo, podemos controlar el reproductor musical desde la misma.
Atajos de teclado que nos abren el menú de aplicaciones de forma que tenemos las aplicaciones que más utilizamos inmediatamente. Estos atajos están disponibles para todos los sistemas operativos y si nos acostumbramos a utilizarlos pueden ser de gran utilidad para mejorar nuestra productividad.
Todas estas opciones, bien utilizadas son tan efectivas como el propio lanzador de aplicaciones que podemos incorporar. Utilizar una u otra dependerá de los gustos personales de cada uno. Una buena combinación de ambos puede ser también un acierto a la hora de conseguir que el trabajo en multitarea sea lo más productivo posible. Cada empresa debe buscar la manera de mejorar la productividad evaluando que alternativas son más interesantes para su organización.
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