¿Las mujeres del medio rural son inútiles?


El gobierno ha sacado una nota de prensa en la que anuncia un proyecto de estímulo de la presencia de mujeres en la actividad empresarial del medio rural.

Convenía tener en cuenta en primer lugar que el problema de la población del medio rural tal vez no se resuelve mediante la creación de asociaciones o cooperativas de mujeres, ya que es un problema que trasciende la cuestión del género.

El proyecto ha sido presentado por el Consorcio Sierra Oeste de Madrid y participan grupos de desarrollo rural de las Comunidades Autónomas de Madrid, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía, así como de Portugal.

El objetivo principal es estimular la presencia de mujeres en la actividad empresarial e impulsar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Para ello, se desarrollarán medidas de apoyo y difusión entre las mujeres del proyecto cooperativo como forma de acceso al empleo, y se impulsará el asociacionismo.

Por lo que se deduce de esas líneas o las mujeres desconocen que existen las cooperativas, y que se pueden asociar, o lo que es peor, que tienen limitado el acceso a esa información, circunstancia de la que se aprovechan los hombres para crear esa situación de desigualdad.
La cooperativa es un modelo de negocio que lo que busca es la reducción de costes mediante la eliminación de intermediarios; no parece determinante el hecho de que la cooperativa esté formada por hombres, mujeres, o ambos, para que el modelo sea viable.

Entre estas medidas se encuentra la implantación y especialización de la figura del “agente de empleabilidad”, que ayudará a las mujeres emprendedoras a que encuentren soluciones para la puesta en marcha, el desarrollo y la gestión de sus iniciativas empresariales.

De nuevo parece que las mujeres necesitan esa figura y los hombres no. ¿Es realmente necesaria tal figura? ¿Eso no es lo que hacen ya las asesorías?

Independientemente de eso, lo realmente importante, no es poder poner en marcha nuevas iniciativas empresariales, sino que éstas sean viables y sirvan para algo, de nada sirve que se ayude a poner en marcha por ejemplo una nueva cooperativa vitícola donde ya hay demasiadas, sólo porque no haya aún ninguna dirigida por mujeres.

Asimismo, está previsto incrementar el grado de acceso y utilización de las Tecnologías de la Comunicación por parte de las mujeres rurales. En este sentido, se va a poner en marcha una aplicación informática a través de la cual las mujeres empresarias y emprendedoras puedan encontrar servicios y herramientas de apoyo a su actividad. Esta aplicación servirá asimismo para favorecer la comercialización de sus productos y servicios.

Más que poner en marcha una aplicación informática, lo realmente necesario para incrementar el grado de acceso a las tecnologías, es que éstas lleguen a todas partes a unos precios razonables, es decir que el acceso sea universal.
Esa aplicación informática, que dicho sea de paso, aparenta ser de extrema utilidad si sirve para todo eso que anuncian, (tal vez esa aplicación se llame Internet Explorer, o similar) ¿será de acceso restringido a las mujeres emprendedoras del medio rural, o la podrán usar hombres?

Los proyectos de cooperación interterritorial y transnacional del MARM se enmarcan en la Red Rural Nacional, que persigue entre sus objetivos aumentar la capacidad de desarrollo endógeno de los territorios rurales, potenciando el enfoque ascendente y la construcción de una gobernanza territorial.

Para ello el MARM puso en marcha en 2008 una convocatoria de ayudas a la cooperación interterritorial y transnacional, destinada a los grupos de acción local, con objeto de promover actuaciones singulares concretas, convirtiendo así a la Red Rural Nacional en depositaria de buenas prácticas al objeto de dinamizar la actividad de los sectores, colectivos, organizaciones, e instituciones vinculadas al medio rural.

Estos proyectos de cooperación permiten que los territorios rurales se relacionen para analizar sus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, intercambiar puntos de vista, abordar objetivos comunes, evaluar su actuación y diseñar nuevos objetivos y nuevos planes de trabajo conjuntos, convencidos de que la cooperación es un paso adelante como instrumento de desarrollo.

Sin duda el sector rural y marino necesita (como otros sectores) medidas de estímulo. Pero tal vez el paso previo debería ser lo que se menciona en el último párrafo, un análisis DAFO que permitiera a continuación incidir en los aspectos necesarios para poner en marcha de nuevo el sector, bien sea con hombres o con mujeres o con ambos.

Via | La Moncloa. Servicios de Prensa.
En Pymes y Autónomos | Cursos gratuitos para emprendedores rurales

También te puede gustar

Portada de Pymes y Autonomos

Ver todos los comentarios en https://www.pymesyautonomos.com

VER 7 Comentarios