Uno de los mayores engorros que sufren muchas empresas y profesionales que trabajan delante de un ordenador son las actualizaciones del sistema operativo. En muchos casos, interrumpe tanto su trabajo que deciden desactivarlas. Quizás por eso Microsoft simplificará la instalación de actualizaciones de Windows 7 y 8.1. El nuevo modelo será similar a Windows 10, donde una único parche se encarga de actualizar todo.
De esta forma los segundos martes de cada mes los usuarios y las empresas sólo tendrán que preocuparse de instalar una actualización. Además serán acumulativas, es decir, se van sumando todo los parches que no tenga aplicado el equipo en una sola actualización. Para las empresas que aplican actualizaciones de forma individual en cada equipo y para los autónomos será una ventaja.
Para las empresas que utilizan el sistema WSUS para actualizar sus equipo también funcionarán este tipo de nuevas actualizaciones que están previstas que se pongan en marcha a partir del próximo mes de octubre y se refiere sólo a las actualizaciones de seguridad, que son las que suelen aplicar las empresas.
Por poner algún inconvenientes podríamos decir que se pierde la posibilidad de desactivar una actualización individual en caso que afecte a un programa o sistema básico para nuestra empresa. En este caso se puede conseguir el efecto contrario al que se pretende, que las empresas no apliquen ningún parche de seguridad.
La gran ventaja vendrá cuando tengamos que instalar un equipo nuevo o reinstalar el sistema** en uno de los que tengamos en funcionamiento. Hoy en día no es raro ver cómo tras instalar Windows 7 luego nos tiramos dos días buscando actualizaciones y finalmente se acaban por aplicar 180 parches pendientes.
En Pymes y Autónomos | Windows 7 sigue siendo el sistema operativo favorito en la empresa
Imagen | Clive Darra