Por ejemplo, con la llegada de nuevos profesionales a determinadas áreas, que trabajan como freelances, como puede ser el diseño gráfico, el diseño web o últimamente el Social Media. Cualquier profesional que lucha por hacerse con una cartera de clientes, por crear su porfolio profesional tiende a ofrecer precios muy bajos, a cambio de sus servicios profesionales.
Y esto es algo que no ocurre tanto en otras profesiones, o si ocurre nos lleva a sospechar, pidiendo alguna otra referencia para aceptar la oferta. Pero sobre todo, en muchos casos se desprecia el trabajo de los demás a la hora de cerrar un acuerdo. El regateo que muchas empresas hacen a estos profesionales sobre su propuesta inicial.
Por lo general, esto no ocurre en otros sectores. Se pide un presupuesto o varios para contratar a un profesional, se comparan y se decide, pero no es habitual que se intente regatear precio, que nos ofrezcan servicios extras o simplemente que durante la ejecución del mismo se realicen mil modificaciones sin coste alguno para la empresa que los ha contratado.
El contrato de servicios es básico para la relación entre profesionales
Es muy importante detallar todo el acuerdo en un contrato, donde queden especificadas las tareas que se van a llevar a cabo, y las cuestiones por las que se cobraría un extra. De esta forma tenemos acotado nuestro trabajo y el cliente tiene claro qué puede pedir y qué coste le va a suponer.
Un ejemplo sería la empresa o profesional que ejerciera de Community Manager, que debería detallar cuál va a ser su trabajo, cuál debe ser el del cliente a la hora de facilitarle materiales gráficos, novedades, etc. cómo se va a medir el resultado del trabajo realizado, etc.
Lo que está claro es que si contratamos a un profesional tenemos que pagarlo. Y aquí tanto los profesionales que bajan sus precios como las empresas que quieren precios más bajos deben considerar que para desarrollar bien el trabajo se necesitan un mínimo de horas, donde al final veremos se llega a la conclusión de que el número de horas necesarias para hacer lo que pide el clientes son demasiadas.
Si el precio por hora es muy bajo, al final la calidad del trabajo a realizar se resiente. El profesional ve que su trabajo no vale prácticamente nada e intenta acabar y realizarlo lo antes posible, o deja de hacerlo. Con esto en muchos casos los resultados muchas veces no son los esperados y el descontento por ambas partes es notorio.
Al final se trata de una cuestión en muchas ocasiones de respeto por el trabajo de los demás. Si quieres a alguien que te lleve el mantenimiento de los equipos, que cree contenidos o diseñe tu página web o lleve tus perfiles en las redes sociales, llevará una serie de horas de trabajo que debemos valorar.
En Tecnología Pyme | ¿De quién es la web que no me han pagado? Imagen | OmarNaveed