El trabajo desde casa en España solo era utilizado por algo más de un 4% de los empleados antes de la pandemia. No era un prioridad, si acaso un recurso en muy pocas organizaciones. Todo esto ha cambiado en la situación actual. Y muchas empresas se han dado cuenta que las tecnologías heredadas y la seguridad son un freno para la implantación del teletrabajo.
Con la ciberseguridad y el decreto del estado de alarma muchas empresas miraron un poco hacia otro lado. Montaron la conexión remota y empezaron a trabajar de un día para otro. La seguridad no era una prioridad. Pero si tenemos que trabajar ya de forma habitual la cosa cambia. El uso de una VPN es casi obligatorio para asegurar las comunicaciones y evitar graves problemas.
También está la cuestión del BYOD, o el uso de dispositivos personales para la conexión. ¿Se debe guardar información en estos equipos? ¿Qué pasa si mañana este empleado se marcha a la competencia y en su portátil tiene datos de nuestros clientes? ¿Cómo se deben proteger estos equipos de ámbito doméstico? Son muchas las dudas que surgen,
La nube es la solución para muchos de estos problemas. A muchas empresas les ha pillado en plena transición, y ahora esta pandemia les ha acabado por decidirse. Es mucho más sencillo para trabajar conectarse desde cualquier lugar a una página web y tener nuestra aplicación de negocio, donde todos los datos van a estar seguros que cualquier otra cosa.
Ahora que parece que el teletrabajo va a estar mucho más presente de lo que hasta antes de la pandemia era habitual, es el momento de plantearse hacia donde queremos que se mueva nuestra empresa. Y sobre todo qué ganamos y qué perdemos manteniendo el modelo actual más pensado para trabajar siempre desde la oficina, que desde cualquier lugar.