Muchos autónomos (sobre todo, los que pertenecen a las profesiones más “tradicionales”) ven la parafernalia de la Web 2.0 como algo propio de gente joven o de negocios de base tecnológica. Aunque muchos se han puesto las pilas al respecto, esta es la idea generalizada en muchos sectores, en los cuales la alfabetización digital ha sido, en muchos casos, escasa o nula.
Sin embargo, la realidad nos demuestra que blogs y redes sociales, como mínimo, no hacen daño. De hecho, escribir un blog puede suponer una ventaja competitiva si conocemos las ventajas que nos ofrece.
En primer lugar, un blog va a ayudarnos a dar a conocer nuestro negocio. ¿Cuántas veces hemos preguntado a vecinos o amigos que nos recomienden un bar con buena comida, servicio amable y que esté bien de precio? El modelo de boca a boca no ha cambiado. Simplemente, ahora preguntamos al vecino Google. Si buscamos un buen restaurante y encontramos un blog como el de Casa Piolas, puede que los comentarios positivos sobre su precio y su comida nos ayude a decidirnos.
En segundo lugar, es una forma de tener presencia en la Red. Si algo no está en Google, no existe. Una página web puede tener un coste considerable para un negocio con pocos recursos. Sin embargo, un blog es fácil de poner en marcha. Además, es gratuito. Si nuestro negocio evoluciona positivamente, siempre podemos integrarlo en una web profesional. Incluso podemos convertirlo en una fuente de ingresos mediante publicidad.
En tercer lugar, un blog es una forma excelente de ampliar nuestra red de contactos. Siguiendo con el ejemplo de bares y restaurantes, nos va a permitir ampliar nuestra clientela, a la vez que nos mantenemos informados sobre las opiniones y preferencias de nuestros clientes.
Después de leer todo esto ¿Qué opináis? ¿Creéis que un blog puede ser una ventaja para vuestro negocio o una pérdida de tiempo? ¿Se os ocurre algún otro sector en el que sería interesante aplicar esta estrategia?
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Imagen | Annie Mole