Cuando se dice que una empresa o profesional debe de ser eficiente y adaptado a los nuevos tiempos se refiere a muchos atributos, pero si uno de ellos destaca por encima de todos probablemente ese es el que realice un uso intensivo de las nuevas tecnologías.
Y aquí, en la simple mención de nuevas tecnologías donde aparecen las primeras diatribas, ¿Qué son las nuevas tecnologías?, ¿tener equipos informáticos?, ¿móviles de última generación?, si y no, evidentemente que estar adaptados informática y telefónicamente es indispensable pero no solo eso, nuevas tecnologías por definición es todo aquel avance tecnológico que nos ayuden en la mejora de algún sistema o proceso, por ello será importante que estemos lo mas adaptados posibles en todos los ámbitos en los que nos desarrollemos.
Pero si aun y lo dicho anteriormente nos centramos básicamente en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (las TIC) es importante hacer algunas consideraciones al respecto:
Muchas empresas o profesionales pueden cometer el error de no adaptarse a los nuevos entornos tecnológicos que las TIC nos facilitan y no aprovechando todas las ventajas que ellas nos ofrecen, ello nos hace perder competitividad, eficacia y en definitiva nos condena a un segundo plano y probablemente al ostracismo o fracaso profesional o empresarial, pero igual que hay que decir esto también hay que decir lo que se reflejara en las líneas siguientes.
Hacer un nulo o deficiente uso de las TIC en nuestras carreras profesionales o en el seno de nuestras organizaciones supone un error muy grave, pero también es un error dotarnos de unos mecanismos tecnológicos que estén sobredimensionados a lo que nosotros realmente precisamos, ello solo nos llevara a un gasto tecnológico inútil, pérdida de tiempo y capacitación permanente por recursos que posteriormente no utilizaremos.
¿Con ello quiero decir que hemos de limitar el uso de la tecnología?, no, no, ni mucho menos, hemos de hacer un uso intensivo de la misma, pero de la que precisemos, no será lo mismo si somos un autónomo o una empresa con 50 empleados y por tanto la estratificación estructural también será diferente, y lo que deberemos hacer simplemente es hacer un análisis previo de nuestras necesidad tecnológicas para que ni se sobredimensione la estructura que montemos ni tampoco que la mínima sea inferior a la que necesitamos.
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