En la imagen que acompaña a este post, el color azul representa los tweets mientras que el color amarillo se refiere a los retweets de uno de los vídeos seleccionados. En cada caso, el alcance tiene en cuenta no sólo los seguidores, sino también el tamaño de la audiencia y la amplificación por retweets.
Los vídeos estudiados fueron la campaña Real Beauty de Dove, el vídeo de Ryan Gosling no quiere comer cereales, a cuyo análisis corresponde la imagen del post, y la versión revisada de Space Oddity por el comandante por Chris Hadfield.
Los vídeos de Ryan Gosling rechando de varias formas una cuchara de cereales fueron subidos a Vine por @RyanWMcHenry, @BestVinesEver y @VineLoops. Gracias a estos miembros influyentes en la red, se extendieron rápidamente.
El astronauta Chris Hadfield subió un vídeo en el que él mismo cantaba la canción de David Bowie Space Oddity mientras estaba en la Estación Espacial Internacional. Este vídeo alcanzó, de forma inusual, elevadas cuotas de distribución en Twitter, y alcanzó una difusión del 90% a nivel mundial en tres días.
El último vídeo analizado corresponde a la campaña Dove We Are Beautiful. Pretende mostrar la belleza real y creó un sentimiento positivo del público que favoreció su difusión y mostró, según los investigadores, menos desgaste que otros vídeos y menos picos de difusión inducidos por miembros de la red más influyentes.
Según Twitter, todos los tweets que contienen vídeos aumentan las probabilidades de ser retweeteados o de recibir respuesta un 42 por ciento. Este análisis puede aportar pistas a las empresas interesadas en utilizar el vídeo en sus estrategias de marketing. Buscar retweets en miembros influyentes, e identificar las preferencias y necesidades del público objetivo en la red es un comienzo. Además, dar un toque creativo para aumentar la probabilidad de que lleguen a ser virales.
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