No es un paquete cerrado, de hecho podemos contratar sólo el acceso a Internet, añadir únicamente las llamadas a fijos o incorporar también las realizadas a teléfonos móviles, depende un poco de nuestras necesidades. El caso es que sin ser barato, si supone una reducción en el coste comparándolo con la contratación independiente de las tarifas (siempre mirando al mismo operador). Vamos a ver un esquema en el que quedan bastante claras las opciones.
Como no podía ser de otro modo, existen diversas limitaciones: la tarifa plana de llamadas a fijos tiene un tope mensual de 1.000 minutos, y la de llamadas a móviles un límite horario para operadores distintos de Vodafone (si son de esta compañía no hay límite), sólo entran en la tarifa las llamadas efectuadas entre las seis de la tarde y las ocho de la mañana, no demasiado interesante para empresas, desde luego. En cuanto al acceso a Internet móvil, el límite mensual es de 3 GB de descarga de datos, que una vez traspasados conllevan la bajada de velocidad de la conexión (sin cargos extras).
No es una mala oferta, pero tanto con ésta como con otras es necesario sentarse a pensar que es lo que realmente utilizamos y necesitamos. La tarifa más cara es siempre aquella en la que pagamos por un servicio que a la hora de la verdad no aprovechamos, y lo cierto es que esta situación se da con más frecuencia de lo que parece. Aún con la reducción de precio, el objetivo no debería ser tenerlo todo, si no tener lo que necesitamos para nuestro trabajo.
Vía | Moviéndonos Más información | Vodafone