Estas líneas crediticias tienen que ser solicitadas por las SGR inscritas en la CNMV. Estas SGR deberán proponer operaciones consistentes en inversiones en EBT realizables en su periodo inicial de vida operativa, start-ups, y en el tramo comprendido en el equity gap definidos como proyectos empresariales TIC. La consideración de start-up se aplica a todas las empresas que tengan menos de siete años de existencia. La horquilla de financiación por proyecto TIC oscila desde 300.000 a 2,5 millones de euros por proyecto individual con un plazo de devolución máximo de siete años. Para evitar concentración de créditos bonificados en SGR, se limita el importe máximo por entidad solicitante al 20% de las fuentes de financiación de la misma.
A efectos de las pymes, esta nueva medida abre las puertas de las inversiones de las SGR en empresas de base tecnológica siempre y cuando cumplan los requisitos de viabilidad económica y existencia de mercado junto con el carácter innovador del proyecto.
Faltan por ultimar las normas reglamentarias de desarrollo de los créditos junto con una base amplia de SGR que admitan estas solicitudes de financiación de los proyectos TICs. Muy buenas noticias para todas las start-ups y todos los emprendedores con buenos proyectos en mente.
Vía | BOE En Pymes y Autónomos | Capital riesgo para financiar a las pymes Imagen | gaf.art