Cómo convivir en la empresa con un enchufado

Mal asunto. Ha llegado alguien nuevo a la empresa y es conocido de, o amigo de, o simplemente familia de... Ese ha sido todo el curriculum que ha necesitado para estar cualificado y cubrir la vacante. Y ahora nos toca convivir en la empresa con un enchufado. Esto puede generar tensiones y algún que otro problema a corto y medio plazo.

Claro que no es lo mismo ser el recomendado del director de la empresa, que un conocido de tu compañero de la mesa de al lado. En este segundo caso, la persona enchufada pasa a ser uno más y prácticamente no hay diferencia, más allá del propio compromiso que tenga con la persona que ha avalado su candidatura para hacerlo lo mejor posible.

Cuándo sabes que el nuevo empleado será un foco de conflictos

Cuando el enchufado viene de parte del jefe es cuando pueden surgir problemas. En muchas ocasiones depende del carácter del propio trabajador. Muchos lo ven como una oportunidad laboral, quieren aprender y demostrar que son tan buenos para este puesto de trabajo como los demás y además están más comprometidos con la empresa.

En estos casos las mayores reticencias se dan sobre todo al principio, más que por un tema laboral, por cuestiones de confidencialidad. Hay comentarios que se hacen en el ámbito interno, entre compañeros, que tienen que quedar ahí. Si luego nos enteramos que el jefe sabe todo lo que se ha hablado entre nosotros, surgirá la desconfianza hacia este nuevo empleado. En estos casos lo ideal es ser prudentes, ya que muchas veces no se averigua quién ha avalado al nuevo empleado hasta tiempo después.

Tener un topo en la empresa puede ser un problema, sobre todo hasta que se descubre

Es peor si el empleado, que se sabe protegido por la dirección, no realiza bien su trabajo, espera un trato de favor cuando surge alguna desavenencia con los compañeros o a la hora de elegir días libres o vacaciones. Este problema es mucho más complicado de solucionar. Y no habla nada bien del responsable, que no trata a todo el mundo por igual.

En estos casos hay que intentar que este enchufado no sea un generador de conflictos profesional, que no enturbie el buen ambiente. Pero es algo realmente complicado de conseguir. Porque cuando se acumula el trabajo y hay que quedarse un poco más, muchos piensan que el que se lleva los méritos o tiene el favor del jefe es el que debería quedarse y sin embargo suele ser el primero que sale por la puerta.

En este caso solo se puede hacer piña con nuestros compañeros y tratar de reconducir al enchufado. No siempre se puede, ya que en muchos casos supondrá renunciar a privilegios concedidos por ser quién es, y a los que creen tener más derechos que los demás. Si no se consigue, lo más probable es que en poco tiempo veamos como quien más quien menos, intenta marcharse de la empresa si el clima laboral se vuelve complicado.

En Pymes y Autónomos | Por qué no es buena idea contratar a un enchufado en la empresa

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