Crear un ambiente orgaizacional basado en la construcción de la sinceridad y la retroalimentación en cualquier cultura es un reto, pero puede ser particularmente difícil en ldeterminadas organizaciones.
Especialmente en aquellas caracterizadas por un entorno profesional más formal y estricto, donde las formas, destacan especialmente y, el respecto, prevalece por encima de la profesionalidad.
Sin lugar a dudas estas cualidades son positivas, pero aprender una nueva habilidad, como dar feedback, es intrínsecamente desordenado.
Aprendemos por equivocación, la comprensión de nuestros errores es lo que nos permite aprender y mejorar y, después, volver a intentarlo.
De este modo, nosotros mismos tenemos que mostrar a nuestro equipo el gran esfuerzo que realizamos por mejorar, y solicitar activamente la retroalimentación de nuestros compañeros.
Es imprescindible asegurarnos de identificar cuando la retroalimentación no va resultar útil. En estos casos, lo mejor es recordar el acrónimo anglosajón HALT (hungry, angry, lonely, or tired), es deciro,no dar nuestro feedack cuando se está hambriento, enojado, solo, o cansado.
Con la sinceridad y la retroalimentación se involucran a otras personas y, es probable, que no falten incomprensiones, sentimientos heridos, u otro tipo de conflictos.
En cualquier caso, no se puede esperar que la retroalimentación se sienta siempre natural o sencilla. De hecho, un poco de malestar y algunos errores significa que se está en el camino correcto.
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