Hay que estar al día

No se trata de que el empresario deba ser un experto en leyes, que para dirigir una empresa haya que ser economísta o titulado en Dirección y Administraciñon de Empresas. Se trata de que el empresario debe estar al día de todo lo que puede influir en el desarrollo de su actividad y se preocupe de enterarse de todas las novedades legislativas que puedan repercutir en su negocio.

Hoy se conoce un estudio de la empresa Intrum Justitia, que pone de manifiesto que sólo una de cada tres empresas españolas conoce la Ley de Morosidad. Ya hemos debatido sobre la efectividad de este Ley y si su puesta en marcha tendrá los efectos deseados para reducir el periodo de pago de las facturas. El hecho de que una amplia mayoría de las empresas desconozca el contenido de la Ley, sólo hace aumentar la sensación de que la efectividad de la misma puede ser mínima.

Este es uno de los mucho ejemplos de las situaciones que se suelen dar con un amplio número de empresarios, que no tienen la sana costumbre de informarse sobre las nuevas situaciones, marcos normativos o leyes que pueden afectar notablemente a su negocio. En la mayor parte de los casos, estos empresarios recurrirán a su gestor o asesor, a veces cuando ya es tarde, porque se pueden ver en apuros debido a ese desconocimiento sobre alguna de estas novedades, que les ha llevado a cometer un error en su desempeño.

Todo ello, después de haber recibido numerosa información al respecto, medios de comunicación, información de sus asesores o, incluso, comunicados de la Administración. En ocasiones, sucede que después de haber ocurrido un incidente y de haberse informado de la

El empresario debe tener formación suficiente para desarrollar su actividad empresarial y reciclarse continuamente. No hablamos de formación académica, hablamos de conocimientos de su negocio y de lo que le rodea. No hablamos de saberse las leyes artículo por artículo, sino de saber que existen y lo que implica su cumplimiento, de tener un conocimiento mínimo, indispensable para cumplir con sus obligaciones y conocer sus derechos.

El primer paso es estar informado, a través de cualquiera de las vías que comentamos en el párrafo anterioir, la segunda es preguntar y ampliar esa información a través de profesionales que puedan aclarar todas las dudas y la tercera, y no menos importante, huir de los asesores de bar, esas personas que hablan de oidas, que suelen dar informaciones o consejos muchas veces erroneos basados en experiencias de conocidos que nadie sabe quienes son.

En Pymes y Autónomos | La actitud de algunos empresarios Imagen | Daquella Manera

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