En su gran mayoría, los países apuestan fuerte por este nuevo concepto:invertir conocimiento para obtener dinero. En la inversión es donde la gran mayoría tropieza, como un gran obstáculo que se debe sortear además de con grandes ideas, con empeño y mucho trabajo. Es el caso de una empresa que elabora comida casera congelada y sin aditivos presentada en "tubos". A priori no convencieron a algunas personas, pero la fórmula: calidad y buen precio, es una prueba de que el I+D+i con sabor a puchero es una inversión de éxito.
Si ya somos conscientes de que en la exportación está la salida para nuestro país, otro factor clave es la investigación, de la mano de ella va el desarrollo y por supuesto la innovación y la internacionalización. Esta empresa que menciono, llamada Foodtopía, es un claro ejemplo de apuesta por lo diferente. Con precios asequibles (dos raciones de olleta pueden costar 0,75 euros) y de fácil preparación (con un poco de agua, se hierve y se come)ofrecen a partir de productos de toda la vida, algo distinto, con un valor añadido.
La presentación de este nuevo concepto de comida rápida y sana, se produjo en las instalaciones de un mercado tradicional. Los responsables señalan que sus menús variados están indicados para solteros y todo aquel que quiera comer a buen precio y con una inversión de tiempo mínima. No es mala idea ya que en estos peculiares tubos podemos encontrar desde un primer plato a un postre o bebida láctea.
Hoy día, cuando todos miramos dos veces los precios de los productos en los supermercados, este tipo de soluciones resuelven el principal problema de los consumidores: el dinero, sin dejar de lado el valor de los ingredientes utilizados. El hecho de presentar estos platos congelados en un lugar como un mercado, donde el público acude por razones como: adquirir productos frescos, y comprar cantidad y calidad a buen precio, y que guste, es un buen síntoma.
La empresa, que ya cuenta con diez trabajadores, basa su proyecto en el desarrollo de un sistema de cocción de comida que permite alcanzar la ebullición del agua en recipientes de hasta 2.000 kilos de comida en apenas un minuto. Con esta idea fuerza pretenden introducir el producto en el mercado y expandirse.
Estamos de acuerdo en que la recuperación y salida de la crisis de nuestro país ha de venir de la mano de empresas innovadoras y que para conseguir este objetivo, la innovación es fundamental.
No sabemos si esta nueva forma de comer calará en la sociedad española, pero en su presentación ha conquistado los paladares de los más exigentes: los usuarios de los mercados de abastos. Innovar desde la tradición resulta transgresor si nos fijamos en su envase y en su proceso para almacenar los platos de toda la vida. Innovar o innovar, no hay más cuestión.
En Pymes y Autónomos|El número de empresas innovadoras crece un 59% en España,Se mantiene la deducción fiscal por I+D+i a partir del 2011 Imagen|gaelx