Cuando una empresa opta por el teletrabajo como opción una de las cosas que ha de plantearse es como gestionar la comunicación con ellos. Hoy por hoy, el correo electrónico es el método que todos asumimos como más natural para comunicarnos, sin embargo, la comunicación escrita presenta gran des limitaciones que hay que contemplar.
La comunicación escrita muchas veces da lugar a malas interpretaciones porque se carece de algo tan importante en la comunicación como es la expresión corporal y la entonación, lo que reduce la efectividad del mensaje que se transmite, sin embargo, estas limitaciones son soslayables si se cae en esta circunstancia.
Por un lado, siempre que se inicia la comunicación hay que imaginar a la persona con quien se trata. Por tanto, hay que imaginar a la otra persona en su lugar de trabajo y, aunque parezca mentira, esta visualización aumentará su empatía y mejora las posibilidades de decir claramente lo que se quiere decir.
Además hay que prestar especial atención al modo en que se explican las cosas, esto implica, no dar ningún detalle por supuesto. Además hay que evitar terminar las comunicaciones con frases que puedan producir dudas como "estamos en contacto"", por ejemplo. Hay que ser claro en el seguimiento de la acción y por tanto, especificar si se espera una llamada telefónica o un correo electrónico, cuándo, etc.
Por último, hay que responder con prontitud aunque sea tan solo para comunicar que se ha recibido el correo y que más adelante se responderá en detalle. Por tanto, las dilaciones es un beneficio que en ua relación a distancia uno no se puede permitir. En definitiva, realizar proyectos con teletrabajadores tiene innumerales ventajas pero también algunos incovenientes, siendo uno de los factores más críticos los relacionados con la comunicación.
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