Partimos de una cifra en la que no cabe discusión, un 85 % de las empresas que existen en nuestro país son familiares, tanto por capacidad productiva, por la contribución a generar empleo son el auténtico pilar de la economía en España.
Juan Corona, director general de Instituto de la Empresa Familiar (IEF) hacía estas declaraciones, antes del inicio del XVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar. Evento que tendrá lugar entre las ciudades de Elche y Alicante.
Tanto las mesas redondas como las conferencias que tendrán lugar estos días, giran en torno al papel que tiene la empresa familiar en una situación de crisis económica, en la que han demostrado cómo pueden competir contra las grandes empresas en un contexto tan competitivo.
Si bien existen muchos puntos a favor de la empresa familiar, un problema al que tienen que hacer frente la gran mayoría es al momento de la sucesión, un momento crítico donde se decidirá la continuidad o no de la organización.
¿Cuál es la solución para que llegado el momento del relevo no surjan discrepancias entre los miembros de la empresa familiar? El mismo que existe en una organización de otro tipo: la existencia de un protocolo, es decir, la anticipación.
Personalmente me parece una tarea complicada ya que si bien es positivo que la familia forme parte de todos los órganos de una empresa, a la vez, existe una mayor facilidad para que surjan conflictos dada la confianza que existe entre todos.
Lo ideal sería llegar a un pacto general donde las necesidades, ideas y sugerencias de cada uno tengan cabida. Todo para que no cierren, ya que insistimos en que la empresa familiar es la que mejor ha sabido capear la crisis, por un lado por su compromiso a largo plazo y por otro, por su grado de compromiso.
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