Quienes tienen negocios familiares prósperos tienen siempre el desvelo de saber qué pasará en el futuro con la empresa.
Aunque la opción de dejarala en manos de gestores profesionales siempre es una buena opción, el componente emocional de saber que las generaciones continuarán nuestro trabajo es un factor de satisfacción personal.
Sin embargo, eso no implica que los hijos o herederos, por el mero de serlo, se sientan con unos derechos adquiridos de antemano que acabarán, ya que eso no es afección si no más bien desinterés que, n el futuro, puede resultar desastroso para la continuidad del negocio.
Cómo evitar la trampa del sentimiento del derecho
- ¿Tienen puestos de trabajo definidos?
Los trabajos proporcionan además de experiencia una forma de obtener una retroalimentación honesta. La realidad es una de las mejores maneras de combatir la falsa sensación de derecho.
- ¿Están preparados para sufrir?
Una cosa es poner trabas y, otra muy distinta, proteger innecesariamente a nuestros hijos de los golpes de la relidad. El dolor aumenta la resistencia.
- ¿Existe gratutid por su parte?
La gratitud es casi lo opuesto al derecho. Los padres deben modelar la gratitud antes de que sus hijos puedan desarrollarla, así que mostrar gratitud a menudo es un exclente ejemplo.
Imagen | ElisaRiva En Pymes y Autónomos | Cómo ser profesional en un negocio familiar