Hace algún tiempo se celebró la jornada "Gestión de pagos en el exterior" organizada por Promomadrid e Intrum Justitia. Este tipo de iniciativas tienen especial repercusión dado el gran esfuerzo mediático que se está realizando para impulsar la internacionalización de nuestras empresas. A las empresas les interesa tener en mente vender en los mercados extranjeros porque entre otros motivos el 56% de las empresas cobran antes las ventas fuera de España que las locales.
En un país como el nuestro en el que la morosidad y el retraso en los pagos es la tónica generalizada, en España el plazo medio de pago es de 106 días, pensar en países como Finlandia donde el plazo medio de pago es de 22 días es un ensalmo para reducir la rotación de los cobros, incrementar la liquidez y en cierta manera mejorar la propia competitividad de la organización.
Esa es la cara más amable de la exportación la contrapartida viene dada porque cuando se exporta uno se enfrenta a sistemas jurídicos nacionales diferentes, cada uno con sus propios procedimientos para la tramitación de reclamaciones, ejecuciones y quiebras. Siendo objetivos al empresario español tampoco le debe amilanar esta circunstancia más aún cuando en el territorio nacional contamos con legislaciones tramitaciones particulares a cada autonomía.
España se sitúa como la 18º potencia a nivel mundial en el ranking de países exportadores y es la sexta a nivel europeo. A pesar de estos datosmuchas empresas nunca han exportado por lo que no deben pasar por alto la necesidad de conocer el mercado al que quieren dirigir sus productos, valorar los plazos medios de pago de cada país y desarrollar una política de crédito en función de dichas condiciones locales.
Por tanto, al iniciar la aventura de comenzar a vender en el exterior no debe hacerse con un planteamiento de incrementar la facturación, además, ha de aportar otros beneficios como mejorar el período medio de cobro y mejorar la líquidez de la empresa.
Imagen | BrianMKA Pymes y Autónomos | Internacionalización