Para que una empresa funcione se tienen que dar varias circunstancias, entre otras que exista un buen ambiente laboral y que los trabajadores estén motivados. De esta forma conseguimos que cada uno de lo mejor de sí mismo. No es algo fácil de conseguir, pero vamos a ver ocho pasos para mantener a los empleados motivados y productivos.
Es la base para que todo lo demás funcione. Hay muchas empresas que con un buen producto en el mercado, ofreciendo mejores precios o servicios que su competencia han perdido competitividad con el paso del tiempo simplemente porque sus recursos humanos no estaban a la altura. Y al final acaba por resentirse en la facturación.
1. Cada uno sabe cuál es su tarea en la empresa
Definir bien las funciones de cada miembro de la organización es un buen comienzo. Ayuda a que el empleado se centre y tenga claro que se espera de él. A partir de aquí puede desarrollar su trabajo con el apoyo de compañeros y los responsables del área o los jefes que son los encargados de motivarle.
En las empresas más grandes es interesante tener en cuenta si se cuenta con un plan de carrera. Es el camino que podría recorrer el trabajador excelente en sus funciones, con posibilidades de ascender en el escalafón para realizar tareas de más responsabilidad o mejorar su salario.
2. Todo el mundo tiene los recursos necesarios para llevar a cabo dicha tarea
Otra de las cuestiones importantes es que cada uno disponga de las herramientas necesarias para llevar a cabo su trabajo. La productividad no solo depende de las aptitudes o la actitud del trabajador, sino de los recursos que dispone para realizar su trabajo. De poco servirá tener a un empleado motivado si sabe que el va más rápido que el ordenador que utiliza para realizar su trabajo, por ejemplo.
3. Se forma a los empleados de forma adecuada
En este sentido una de las tareas de la empresa es mantener a los empleados bien formados y actualizados. En muchas ocasiones es algo que se pasa por alto, se deja que sean los propios trabajadores los que elijan la formación que tienen que realizar y es un error de base.
Un empleado que recibe formación se siente más valorado. Sabe que la empresa está invirtiendo recursos y tiempo para mejorar sus capacidades, por lo que es un activo importante para la misma.
4. Se fomenta el buen ambiente
Conseguir un buen ambiente laboral es clave. Para ello hay que poner cuidado en la selección del equipo, que todos mezclen bien con los demás. Pero la verdad es que no existe una fórmula mágica. Ser justos con todo el mundo y no crear preferencias y desigualdades es un primer paso. Gestionar bien los equipos cuando hay picos de trabajo y más tensión es otro aspecto importante.
En algunas empresas fomentan el trabajo de equipo con actividades fuera de las oficinas. Otras utilizan prefieren que sus empleados queden fuera del horario de trabajo para unir lazos, etc. La hora de la comida es un buen momento para hacer todo esto dentro de la compañía.
5. Se comparte la información y se trabaja en equipo
Dentro de este buen ambiente es fundamental fomentar que la información esté siempre a disposición de todos los miembros del equipo. Algo que no suele funcionar es el empleado que oculta cosas al resto de los compañeros para hacerse imprescindible. Lo único que crean este tipo de comportamientos son rencillas y malos hábitos que es importante desterrar.
6. La conciliación y la flexibilidad son dos valores dentro de la empresa
Si los empleados saben que su empresa les cuida es más fácil mantenerlos motivados. Cuestiones como la conciliación o la flexibilidad son valores de muchas empresas hoy en día que les hacen ganar el compromiso de sus trabajadores de forma rápida. Se trata de hacer ver las ventajas que tiene pertenecer a esta organización frente a otras opciones del mercado de trabajo.
7. La opinión de los empleados también cuenta
Si somos parte del equipo es importante que nuestra opinión cuente. No se trata de que sea la única que cuente, ni que se tenga que hacer lo que los trabajadores quieren, pero si que al menos se escuche, se valore y se tenga en cuenta o no a la hora de tomar una decisión.
8. Los beneficios de la empresa también revierten en los empleados
Esta es la parte más complicada de hacer comprender a muchas organizaciones. Si nos va bien en la facturación y hemos tenido más beneficios por el esfuerzo de todo nuestro equipo es importante que una parte de ellos reviertan en el propio trabajador. Cuando se plantea puede parecer descabellado y sin embargo en algunos sectores, los que tienen propinas, se aplica sin ningún problema.
Cada organización tiene que encontrar qué es lo que motiva a sus empleados. Para algunos puede ser una gratificación económica, para otros más días libres, una comida de empresa o servicios de valor añadido para los empleados como seguros médicos, por ejemplo.
Aquí hay que tener muy clara como es la composición de la plantilla, no es lo mismo un equipo joven, para el que el seguro médico es secundario y lo que desea son más días de vacaciones, que uno más veterano donde un plan de jubilación o una gratificación económica puede ser de ayuda.
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