Anteayer Jesús Encinar publicó un post con 10 ideas concretas para que haya más startups. Las diez medidas no son nada descabelladas y podrían, unas más que otras, contribuir a potenciar el emprendimiento, sin embargo echo de menos referencias a la parte más importante de todo el sistema, las personas emprendedoras.
Siempre he defendido que el papel de los gobiernos ha de ser el de proporcionar un sistema favorable para el desarrollo de nuevos proyectos y no basarlo todo en subvenciones, o sea proporcionarles un campo de juego en buenas condiciones. En ese sentido van las propuestas que aparecen en el post de Jesús Encinar. Pero yo quiero pararme en un detalle, el índice de emprendimiento en España está en nivéles bajísimos por lo que, si no hacemos algo al respecto, podríamos tener unos campos buenísimos pero no jugadores para utilizarlos.
Podrá parecer una perogrullada pero lo principal para que haya más startups o empresas en general es que haya personas con iniciativa, con motivación y con voluntad de sacar adelante sus proyectos. Es evidente que unas buenas condiciones legales, laborales, financieras o iniciativas inversoras pueden facilitar el camino pero no perdamos de vista que menos del 5% de los universitarios españoles se plantean el emprendimiento como alternativa.
Sin dejar de lado las ideas de Jesús Encinar, ni ponerlas en cuestión, lo principal es fomentar la cultura emprendedora, acabar son los mitos y con la imagen que nuestra sociedad tiene de los empresarios y, sin ocultar las dificultades que supone crear u mantener viva una empresa, hacer crecer la mentalidad emprendedora.
Ahora mismo, para la mayoría, los emprendedores son unos locos o unos inconscientes que no saben donde se meten y que se converten en unos fracasados, si su proyecto no prospera, o en unos explotadores, piratas o cosas peores cuando tienen éxito.
Es necesario un marco favorable para que se creen empresas ý éstas tengan unas condiciones idoneas para desarrollarse y crecer, pero no nos olvidemos de que la creación de empresas depende de la iniciativa personal, de la inquietud por crear algo, por desarrollar y poner en marcha una idea o, por qué no, un sueño.
Por tanto trabajemos en el campo de juego y en las reglas pero no nos olvidemos de los jugadores, de que haya cada vez más, al final ellos son los importantes.
En Pymes y Autónomos | La actividad emprendedora en España durante 2010 bajo mínimos
Imagen | Mattia Paparella