Llevamos años con quejas en el entorno de empresa sobre lo que supone el correo electrónico, la cantidad de tiempo que se pierde en su gestión, o cómo ha dejado de ser una forma eficaz de comunicarse. En gran parte por culpa de las propias empresas ya que no lo utilizan bien, en parte, porque todo nos llega por correo. Muchas son las aplicaciones que nos han prometido que otra forma de comunicación es posible, pero ¿por qué no se acaba de matar al correo electrónico en la empresa?
Para la comunicación interna en la empresa hay muchas aplicaciones y muy buenas que funcionan muy bien. Desde WhatsApp que utilizan muchas pequeñas empresas a otras como Slack, Teams o incluso Skype, que es una de las más populares entre startups y compañías innovadoras. Pero la realidad es que en muchos casos pinchan cuando tienes que relacionarte con clientes u otras empresas.
Nadie tiene un protocolo universal como el correo
El correo electrónico sigue siendo el protocolo de referencia para la comunicación empresarial. No hace falta más que ver cuando nos damos de alta en un servicio, siempre nos piden una cuenta de correo para poder contactar con nosotros. Y así podríamos hablar de infinidad de cuestiones donde el correo es, de momento, insustituible.
Las redes sociales han supuesto una revolución para la comunicación, con clientes, con empresas o entre los propios trabajadores. Pero muchos lo consideran demasiado informal para olvidarse del correo. Incluso en su mensajería privada. Además que significa casarse con Facebook, Twitter o cualquier otra, y no sabemos que pasará en unos años con ellas.
Muchas veces se prefiere el correo electrónico a una llamada para que quede un registro de la cuestión tratada. De esta forma tenemos un registro de la conversación, de las respuestas o replicas que hayamos podido tener. En muchos casos el correo se convierte en una base de datos para poder recuperar conversaciones de tiempo atrás y esto no lo garantizan igual las alternativas que tenemos disponibles.
La copia de seguridad de las conversaciones o los adjuntos enviados es esencial para cualquier herramienta que quiera acabar con el correo. También que se integren con múltiples aplicaciones. Un ejemplo sencillo. Cualquier aplicación de nóminas nos da la opción de una vez generadas que se puedan enviar a los trabajadores por correo electrónico, y esta opción debe estar en cualquier alternativa que quiera sustituir a este protocolo.
Y mientras esto ocurre en las empresas tienen que tener muy claro como utilizar el correo para sacarle el mejor partido. Las directrices tienen que ser clara para que la comunicación sea lo más eficiente posible.
Imagen | cocoparisienne