Todos aquellos que clamaban al cielo sobre lo difícil que es crear una empresa en España están de enhorabuena. El Gobierno incluyó, entre el paquete de medidas aprobadas el viernes, los mecanismos para la creación rápida y barata de empresas, un día y 100 euros y ya se puede ser empresario.
Para aquellos que se quejaron amargamente cuando leyeron el informe del Banco Mundial que afirmaba que eran necesarios 147 días para crear una empresa en España, cosa rotundamente falsa, ya no tienen disculpa y pueden lanzarse ferozmente a emprender, ya no hay nada que se lo impida. El Gobierno ha abierto el todo a 100 (euros) de las empresas.
Que conste que no me parece mal, desde el punto de vista de simplificar trámites y reducir los costes administrativos de las constituciones de las sociedades limitadas es una buena medida. Ahora que se ha logrado esto ¿se aprobaran medidas que ayuden realmente a los autónomos y pymes?
Porque a los emprendedores que dedican meses a planificar su negocio, que intentar crear un buen equipo para desarrollarlo, que trabajan en diseñar una buena estrategia de marketing, que presentan su modelo de negocio a entidades de crédito y a inversores buscando el capital necesario para su funcionamiento. A todos éstos no les preocupa demasiado si los trámites de constitución tardan una semana más o menos y tampoco son muy relevantes los costes de constitución.
A lo mejor se alegrarían si se instrumentalizara un sistema fiscal específico para las empresas que empiezan. A lo mejor celebrarían un régimen de cotización a la Seguridad Social para emprendedores y los trabajadores de sus empresas y probablemente se quedarían maravillados si se creara un sistema que promoviera y gestionara la inversión privada en las pymes.
Para los que lo demandaban, felicidades, se abre el todo a 100 de las empresas. El resto, paciencia, a lo mejor un viernes de estos tendrán algo que celebrar de verdad.
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