Un joven está más actualizado en conocimientos que una persona mayor de 45 años. Esta afirmación es uno de las creencias que nos podemos encontrar en un proceso de selección, que ante una vacante decide acotar la edad de los candidatos que pueden optar a menores de dicha edad. Lo cierto es que esto puede suponer una pérdida de talento y que no se contrate al mejor candidato, por eso si vas a contratar a un empleado, huye de los estereotipos.
En mi vida laboral me he encontrado con personas en edad madura, por encima de los 50, con gran interés por las nuevas tecnologías, por adaptarse a los cambios que llegaban a su empresa. Al fin y la cabo tienen por delante todavía más de tres lustros de vida laboral. A la vez también me he encontrado con jóvenes de menos de 30 que ni siquiera sabían crearse un acceso directo en el escritorio.
Este es sólo uno de los tópicos. Para comprobar los conocimientos están las pruebas de aptitud que deberíamos incorporar en nuestro proceso de selección. Lo mismo ocurre con otras cuestiones, como el salario que están dispuestos a aceptar, cómo se adaptarían a un entorno de trabajo con estrés o su capacidad para trabajar horas extras cuando sea necesario.
Las circunstancias de cada candidato son diferentes. Se tiende a pensar que una persona por encima de los 40 ya vendrá con vicios adquiridos de otras empresas, que no será tan sencillo que se adapte a la forma de trabajar o que acepte tener que arrimar el hombro unas horas más cuando sea necesario.
Sin embargo también se está despreciando su experiencia, que puede hacer que determinados problemas se resuelvan rápidamente gracias a que ya han tratado con ellos antes. No se puede pensar que alguien por ser más joven está dispuesto a cambiar de residencia o de horario laboral, simplemente porque no tiene cargas familiares. Muchas veces la vida social, el cuidado de una mascota es tan importante como para otros su vida familiar.
Una vez que se han publicado las condiciones de la oferta tenemos que realizar el filtro entre los candidatos ateniéndonos a su actitud durante la entrevista y las aptitudes de su currículum. Ver si encaja en nuestra organización y la motivación que tienen para dar lo mejor de si mismos. Pero siempre debemos dejar atrás los estereotipos que no nos aportarán nada positivo.
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