Las empresas necesitan liquidez para mantener sus negocios. Esta máxima, tan importante, va a convertirse en algo imposible durante el tiempo que dure la crisis del coronavirus, que está obligando a muchas empresas a paralizar sus actividades de forma temporal. Pero, ¿cuánto puede aguantar una empresa sin ingresos? La respuesta es que todo depende de su actividad.
Según un estudio de JP Morgan realizado con empresas estadounidenses, pero perfectamente aplicable al tejido productivo español, una pequeña empresa podría aguantar, de media, 27 días sin recibir ningún cobro. Dicho de otro modo, su nivel de liquidez actual les daría para mantenerse, como mucho, durante un mes, sin necesidad de tener que recurrir a deuda.
Eso sí, todo depende del sector donde ejerzan su actividad. Así, las empresas del sector inmobiliario podrían aguantar hasta 47 días sin ingresos. En el otro extremo se sitúan los restaurantes, para los que JP Morgan estiman un periodo de supervivencia de tan solo 16 días sin ingresar nada en caja.
El resto de sectores quedarían de la siguiente manera:
Sector de actividad | Días de supervivencia sin cobros |
---|---|
Restaurantes | 16 días |
Servicios de reparación y mantenimiento | 18 días |
Distribución | 19 días |
Construcción | 20 días |
Servicios personales | 21 días |
Ventas al por mayor | 23 días |
Servicios de salud | 30 días |
Empresas productoras de tecnología | 32 días |
Otros servicios profesionales | 33 días |
Servicios de tecnología | 33 días |
Inmobiliarias | 47 días |
Pero, ¿qué explica estas divergencias entre sectores? El factor más importante es el peso de la fuerza laboral dentro de cada actividad. Evidentemente, las nóminas de los trabajadores hay que abonarlas todos los meses, para lo cual es necesario disponer de una cierta liquidez. Cuantos más intensivo sea en trabajo el sector, más necesidad de trabajadores tendrá y, por tanto, más nóminas deberá abonar.
Pero también depende de la necesidad del flujo de caja que tenga cada sector de actividad para acometer pagos con sus proveedores. No es lo mismo un negocio que pague a sus proveedores al contado que aquellos cuyas facturas se abonen en 180 días.
Desde luego, es un panorama desolador para muchas pymes en este estado de alarma, que se verán obligadas a recurrir a deuda y otros métodos de financiación para mantener su actividad.