Estos días anda circulando un video por internet en el que aparece el famoso comentarista deportivo J.J.Santos bastante cabreado porque le están fallando los medios que la FIFA ha puesto a su disposición para retransmitir los partidos del reciente Mundial de Clubes, que ganó el FC Barcelona. No es la primera vez que le pasa algo similar. Al verlo, me ha recordado al típico momento en el trabajo que a todos nos habrá tocado vivir alguna vez, cuando los medios fallan la impresora, el ordenador o simplemente cuando las cosas no salen como habíamos previsto.
La principal diferencia con J.J. es que nosotros no tenemos una cámara delante, por lo que es bastante difícil que podamos aparecer algún día en Youtube con una escena similar, pero no hay que olvidar que sí tenemos gente alrededor (colaboradores, compañeros de trabajo, superiores, subirdinados,...) y que es muy importante mantener en todo momento las formas y no perder los papeles. Sobre todo, para no acabar perdiendo la razón, si es que la tenemos.
Si os digo la verdad, me molesta bastante oír a alguien en el trabajo quejarse todo el día. Si no te gusta, vete. Cuando es un tema puntual, como el de J.J.Santos, hay que pensar que hay más gente trabajando con nosotros y que por mucho que nos defequemos en la madre del presidente de la FIFA o en el técnico de sonido de turno, las cosas no van a ir a mejor. El problema es otro, hay que salir en directo y se la tienen que jugar para hacerlo coordinadamente y no hacer el ridículo delante de los telespectadores ¿Qué es mejor, hacerlo con tranquilidad y calma o a gritos?
Obviamente, yo me quedo con la primera opción, resolverlo con calma, aunque reconozco que hay mucha diferencia entre vivirlo allí con la tensión del momento y decirlo pausadamente en una entrada. A la larga, creo que es la mejor opción siempre, aunque también soy consciente que de vez en cuando hay que dar un puñetazo encima de la mesa y que se enteren algunas personas de que así no se puede seguir. Pero este, ya es otro tema.
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