Esto ocurre, según Randstad, porque tanto jefes como empleados intentan permanecer en el puesto de trabajo "sólo el tiempo que haga falta", de forma que ocho de cada diez empleadores trabajan las horas necesarias hasta que el trabajo está finalmente realizado, cifra que se reduce a seis de cada diez en el lado de los trabajadores. La diferencia se explica por la diferente motivación entre empleadores y empleados en cuanto a promocionar en la empresa, ya que sólo el 26% de los empleados busca un ascenso en la compañía para la que trabaja, a diferencia de los directivos donde hasta el 31% persigue un avance profesional. En esta misma línea el estudio concluye que las demandas que encabezan las listas de peticiones de trabajadores y directivos son:
Elegir el horario.
Disponer de más tiempo libre.
Una semana de trabajo de cuatro días.
La última medida, semanas laborales de cuatro días, es respaldada por alrededor del 50% de los trabajadores. En todo caso, en todas las demandas está presente el cambio de criterio en lo que a las demandas laborales y es que cinco de cada diez jefes y empleados quieren extender su tiempo libre por razones personales.
Fuente | El mundo del trabajo Imagen | Instituto tecnológico de galicia