"Al principio se recibía el software en disquetes, luego en discos compactos y posteriormente mediante descargas. La característica común para todo el software era que se instalaba en su equipo. El software del mañana, o al menos parte de dicho software, será diferente ya que cada vez más aplicaciones dejarán de presentarse en un disco y comenzarán a entregarse como un servicio."
Software as a Service. Software como servicio. Esta va a ser una pieza clave en la gestión empresarial de pymes y autónomos. Según un estudio del que se hizo eco a principio de año IDG, cerca de un 49% de las pymes españolas utiliza ya este tipo de aplicaciones para prestar servicios a sus clientes, y cerca de un 21% para la gestión interna de la empresa. Analicemos brevemente qué es, sus ventajas y sus inconvenientes. Los SaaS son aplicaciones disponibles generalmente via web, mediante el pago de una cuota mensual o licencia anual por usuario. Ventajas * reducción de costes * movilidad (acceso worlwide via web) * fácil manejo (interfaz web sencilla e intuitiva) * sin costes de mantenimiento (gestión directa por la empresa proveedora del servicio) * fácil personalización * datos protegidos (servidores remotos del proveedor)
Inconvenientes * proceso de migración del sistema actual de la empresa hacia la plataforma. * datos fuera de la pyme (será imprescindible que el SaaS permita el almacenamiento en local de un backup de los mismos) * misma tecnología para todo tipo de clientes * facilidad para incurrir involuntariamente en costes innecesarios como consecuencia de acciones de personalización o servicios adicionales
A pesar de los inconvenientes (seguro que a alguien se le ocurre alguno más), en el mundo que nos ha tocado vivir la movilidad y la reducción de costes son dos factores importantes a tener en cuenta sobre todo para autónomos y pymes cuyo negocio se forja en muchas ocasiones fuera de sus oficinas. Para ellos, la alternativa SaaS es sin duda una opción interesante que poco a poco va ganando terreno a las aplicaciones de software tradicionales que no disponen de la flexibilidad de una conexión remota.
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