Joven de 32 años, licenciado, con un master. Domina idiomas y tiene estudios complementarios al haber preparado durante algún tiempo una oposición. Se queda en el paro: es uno de los afectados por la crisis, que ha dado de lleno en la pequeña empresa en la que trabajaba. Fue el último que entró y, por tanto, el primero en salir por la puerta de atrás.
Ésta podría ser la radiografía de un parado de nuestra sociedad. Uno más, invisible para las administraciones y con poca suerte, pues no le ha tocado nada de la ayuda repartida a los ayuntamientos.
Me pregunto como se sentirá al leer las recientes reflexiones del director general del IESE, en las que se animaba a todo empresario a aprovechar el talento joven y no esperar a que éste cristalice pasada la treintena. A esa edad ya es tarde, comentaba, argumentando que lo ideal es identificar el posible potencial de los profesionales en el último año de la carrera universitaria.
Fueron varias las preguntas que me surgieron tras la lectura. ¿Estamos acabados los que tenemos más de treinta años? ¿Acaso ya no tenemos talento? ¿Quiere esto decir que si hemos decidido ser autónomos, o trabajar para una pequeña empresa, no vamos a tener nunca la oportunidad de acabar en una grande? ¿Se nos van a cerrar todas las puertas?
Creo que este estereotipo, lamentablemente, está muy extendido en la sociedad española. Es un pesado lastre que arrastra nuestro mercado laboral, en un momento como el actual en el que encabezamos las listas de paro de la Unión Europea. En una coyuntura económica en la que el Parlamento Europeo aprueba constantemente medidas para mejorar la movilidad laboral de los ciudadanos europeos.
En los países anglosajones es una práctica muy extendida no poner la edad en los currículos, porque la edad no debe importarle a quien contrata y, en todo caso, se consideraría una discriminación no contratar a alguien por el número de velas que haya soplado en su último cumpleaños. ¿Os imagináis algo así aquí en España? ¿Qué sucede si decides estudiar a los 40? ¿Acaso no te lleva a ningún lado porque después no te va a contratar nadie?
Vía | Cincodias
Más info | Parlamento Europeo
Imagen | Manel