Somos muchos los que vemos como, cada día, personas de nuestro entorno cogen sus maletas y tratan de comenzar una nueva vida profesional fuera de nuestras fronteras, animados por la promesa de una perspectiva laboral interesante, mejores índices y datos macroeconómicos o quizá desanimados por las circunstancias que les rodean y empujados por la perentoria necesidad de obtener ingresos abandonan España en búsqueda de su El Dorado particular.
Según el INE 1,7 millones de españoles residen en el extranjero, de los cuales unos 130.000 fueron nuevas incorporaciones (datos 2010) con un crecimiento del 8,2% y con una revisión con más detalle de las cifras parece que se van en bloque (familias). Cada vez se nos presenta a nuestra querida España como un erial en el que el sálvese quien pueda es la única solución posible.
¿Qué hay de positivo en este movimiento?
Varias cuestiones pueden llamar nuestra atención a raíz de estos comportamientos, en este caso positivos:
- Educación: No podemos ser tan malos como nos pintamos, el fracaso en la educación tiene que ser irreal, porque los que finalizan pueden competir en igualdad de condiciones con otras educaciones que tenemos por más avanzadas, si competimos en un entorno internacional y somos capaces de desenvolvernos con éxito.
- Idiomas: nuestro histórico “bilingüismo-medio” queda en entredicho porque somos capaces de incorporarnos a otra cultura y no sólo sobrevivir sino tener éxito…o la muestra no está bien elegida… Se demuestra que con una buena motivación los obstáculos se superan y el abismo de enfrentarse a una nueva cultura se superan…
- Pérdida de valor: En general esta situación está motivando que la fuga de talento sea una sangría que nos está empobreciendo como país y que se pueda retrasar nuestra recuperación, sin embargo cada vez más soy de la opinión que son positivos esos intercambios porque a la larga tendemos a regresar a nuestro origen y eso puede propiciarnos mayores posibilidades de ingresos y hace que se enriquezca el talento de una nación.
También hay sombras
En el lado negativo de la balanza también hay cuestiones que introducir:
- Otra cosa que me llama la atención es la ligereza con la que algunas personas deciden emprender su égida particular con una absoluta falta de información sobre el país de destino, en no pocas ocasiones me he encontrado con personas que se quedan con los ingresos que van a obtener sin detenerse en el nivel de gastos, asuntos impositivos, cuestiones sanitarias…y luego se llevan la decepción y la sorpresa de que no era tan bonito como lo pintaban. Conviene informarse en detalle y no lanzarse a la aventura con una parte de la información, recuerdo no hace mucho un programa de Españoles en el Mundo en el que se quejaban amargamente sobre lo engañados que estaban unos emigrantes españoles a Alemania porque las coberturas sanitarias eran diferente y que los puestos a los que podían acceder no eran tan interesantes como inicialmente habían previsto
- También tengo la espina clavada de que en estos momentos dónde más podemos aportar y más debemos hacer es aquí, desde nuestras respectivas responsabilidades y esfuerzos individuales tenemos que tratar de sacar a España de la crítica situación en la que nos encontramos y quizá sea una salida fácil la de no vivir el día a día o ver los toros desde la barrera.
Suerte para todos los que lo intentan, tanto en casa como en el exterior.
Datos | INE Imagen | littletinyfish