El sector de la obra pública genera mucha actividad económica, no solo para los empleados públicos, sino que también para las empresas privadas a las que directa o indirectamente se les proporcionaba volumen de negocio.
En los últimos años, como consecuencia de los recortes presupuestarios la actividad del sector ha caído a pasos agigantados, hasta el punto de que muchas de estas empresas han tenido que cesar sus operaciones. No obstante, la situación parece que está a punto de cambiar, puesto que el ministerio de fomento ha confirmado que licitará contratos por un valor de 1.300 millones de euros.
De esta cuantía, aproximadamente unos 650 millones se destinarán a la construcción de nuevos tramos, adjudicándose el resto para la conservación y reparación de la red de carreteras actual. Lo que también ayudará a mejorar los desplazamientos en un país en el que un alto porcentaje de las mercancías se transportan por carretera.
El asunto es si a la hora de ofertar estos proyectos a concurso se bajarán los precios como ha sucedido en los últimos años, lo que lleva a muchas empresas a bajar el precio de sus servicios casi hasta la línea de coste, lo que las condena a rebajar su rentabilidad hasta márgenes inasumibles.
En cualquier caso se trata de una noticia que hay que celebrar, porque aumentará el volumen de trabajo y tal y como están las cosas no es nada despreciable, anticipando lo que ojalá se confirme con un cambio de tendencia en el sector.
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