Según un estudio de Randstad, cuatro de cada cinco candidatos no superan una entrevista de trabajo, las cifras de este estudio parecen mostrarnos que hay una gran diferencia entre lo que las empresas necesitan y lo que pueden ofrecer los trabajadores.
Las empresas han de adaptarse a las nuevas condiciones del mercado en el que desarrollan su negocio y eso puede obligarles a una busqueda de nuevos perfiles entre los puestos de trabajo que demandan. Básicamente lo que se suele demandar es formación adecuada para el puesto que se va a desempeñar y experiencia en el puesto.
Si tenemos en cuenta los resultados del estudio, sólo el 20% de los aspirantes puede aportar ambas cosas. Por un lado, muchos de los que tienen la formación adecuada no tienen experiencia, en muchos casos porque se han pasado la mayor parte del tiempo estudiando y nunca han trabajado en ese puesto. En otros casos los trabajadores pueden tener una amplia experiencia pero no tienen la cualificación necesaria y eso les impide adaptarse a los continuos cambios que los puestos pueden requerir.
Personalmente creo que no hay mejor aprendizaje que la propia práctica. Se aprende más en el día a día y ejerciendo una labor que en años de estudio, pero esa práctica no es suficiente si no se produce un proceso de actualización y reciclaje esas personas, en un mundo en constante cambio las empresas han de cambiar con él y los trabajadores con la empresa, el que se salga del círculo tiene el futuro muy negro.
Conseguir trabajo es difícil, la oferta es cada vez menor, pero también, según lo que se ve en el estudio, porque son pocos son los que se adaptan a esos cambios y están en condiciones de satisfacer los requerimientos que las empresas piden.
Las empresas necesitan trabajadores con la capacitación, teórica y práctica, necesaria para el desempeño adecuado del puesto que se pretende cubrir. A veces es mejor esperar y posponer la contratación, si no se encuentra la persona idonea, antes que incorporar al equipo a alguien que no cumple con el perfil requerido.
Se debe trabajar para que aumente el porcentaje de personas que están capacitadas para ocupar esos puestos. Para las empresas supone la posibilidad de escoger entre un mayor número de perfiles personales, para los trabajadores aumentar sus posibilidades de encontrar empleo.
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