Todo apunta a que la vuelta de las vacaciones y la reanudación del curso político impulsará una negociación para la subida del salario mínimo. El buen comportamiento del empleo y los datos de afiliación, pero también el descenso significativo de trabajadores en ERTE facilitan que así sea. Así que el otoño llegará con subida del SMI, cotizaciones de los autónomos y será una buena noticia.
Seguro que muchos negocios que verán como aumentan sus costes laborales y tienen que pagar un poco más a los empleados que cobran el salario mínimo no consideran que sea una buena noticia. Si tenemos en cuenta que la medida se toma con datos economicos que permiten afirmar que la recuperación ya está en marcha de una forma sólida, seguro que la perspectiva cambia.
Muchos preferirán pagar estos últimos meses un poquito más a sus empleados y tener una facturación mucho más regular que la que tuvieron en año pasado. Porque no será importante la subida, más simbólica que real, más pensada para hacer ver que la hoja de ruta que implica tener a finales de la legislatura el SMI igualado con el 60% del salario medio sigue vigente. Y este si es un problema para muchos negocios.
Para los autónomos la repercusión también será mínima. Subirán un poco las cuotas que tienen que abonar a la Seguridad Social. Muchos pueden pensar que será una gota que cae en un vaso que ya está a punto de desbordarse.
Si tenemos en cuenta la oposición presentada por muchos a cotizar por ingresos reales, seguro que desde este punto de vista si supone una buena idea. Porque no parece que la negociación para implantar esta medida en 2022 esté muy avanzada o madura. Lo más probable es que al menos haya que esperar otro año más.
Lo que está claro es que queda un final de año que puede traer sorpresas en muchos ámbitos, también en el fiscal. Veremos como lo pueden afrontar aquellos negocios que tienen más dificultades para salir adelante después de un verano para muchos complicado.
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