Ayer se presentaron los Presupuestos Generales del Estado, que ya se anticiparon el pasado viernes. Y lo cierto es que hay pocos alicientes para las pymes y los autónomos en ellos. Vamos a intentar ver cómo les puede afectar a este colectivo.
Empezamos por lo positivo, las políticas de empleo, que cuentan con una dotación de 5.499 millones de euros, un incremento del 5,5%. 3.249 millones se destinan a actuaciones de inserción e incentivación de la contratación, de los cuales 1.868 millones se servirán para bonificar la contratación de trabajadores desempleados y 130 millones de euros para la recualificación profesional de las personas que hayan agotado la prestación por desempleo. Otros 2.154 millones de euros son para actuaciones de carácter formativo, entre otros.
En la parte negativa hay que anotar un 11% menos de recursos destinados a las políticas del Ministerio que afecta directamente a Comercio, Turismo y Pymes. Se destinarán un total de 415 millones de euros a créditos para fomentar la internacionalización de las empresas. También se fomentará la modernización e innovación, pero en todo caso las partidas serán menores.
Pero lo malo es que la inversión en I+D+i sigue de capa caída, con un leve aumento del leve aumento del 4,1%, aunque hay que tener en cuenta aquí se incluye también la inversión en investigación militar. Representa un 1,4% del PIB, muy lejos de la media europea de 2%.
Aquí se incluyen los fondos destinados al Sillicon Valley español, la Red Cervera de Transferencia Tecnológica, una propuesta de Ciudadanos que crearán un consorcio de institutos para fomentar la investigación aplicada a través de fondos procedentes del sector público y de la industria privada.
En todo caso queda pendiente la aprobación, ya que todavía pueden existir enmiendas. Quizás más importantes para estos presupuestos sea el techo de gasto para 2018. Y los PGE para el año que viene. Y mientras tanto la Ley de Medidas Urgentes sobre el Trabajo Autónomo sigue en el cajón.
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