La pandemia de la covid-19 ha provocado un cambio en el modelo laboral y productivo sin precedentes. Numerosos trabajadores se han acostumbrado a trabajar desde casa, lo que para muchos de ellos ha supuesto un auténtico impulso para conciliar su vida profesional y familiar.
En la mayoría de los casos, la percepción generalizada es que el teletrabajo ha aumentado la productividad de los trabajadores, gracias a la mayor motivación de los empleados, la reducción de costes y las jornadas de trabajo más largas. Pues bien, puede que hayamos estado equivocados.
De una reciente encuesta realizada por el software de RR.HH. Personio se desprende que la productividad ha bajado casi un 30 por ciento con respecto a los niveles anteriores a la pandemia. Esta circunstancia se explica por diversos factores, como al agotamiento físico y mental (33 por ciento), bajos niveles de motivación y moral (28 por ciento), el escaso bienestar físico o mental (26 por ciento) y la fatiga del Zoom (17 por ciento).
A ello se le une la hiperconectividad, que está teniendo un profundo impacto en el bienestar de los empleados y sus consecuencias se han manifestado con más fuerza. En este sentido, más de la mitad de los trabajadores (el 56 por ciento) asegura que su empresa no ha tenido en cuenta su salud mental, lo que ha repercutido de manera significativa en su desempeño.
El propio informe asegura que aún queda mucho trabajo por hacer en materia de bienestar en el ámbito laboral. Y es que solo el 14 por ciento de los directores de Recursos Humanos de las compañías tiene como prioridad establecer iniciativas de salud mental en los próximos 12 meses, una cifra alarmante, sobre todo si se tiene en cuenta la situación sanitaria actual.tpixa