Este año ha sido de muchos cambios para los autónomos con la entrada en funcionamiento del sistema de cotización a la Seguridad Social y de los tramos de cuotas de autónomos según los ingresos de la actividad.
Estos cambios, que han acaparado toda la atención, han hecho que otras modificaciones hayan pasado desapercibidas, entre ellas, que con el nuevos sistema, se ha cambiado la Ley del Impuesto de la Renta para que todos los autónomos estén obligados a presentar la declaración.
Hacienda obliga a todos los autónomo a hacer la Renta
Hasta el año fiscal 2022 -recuerda que en enero de 2023 entró en funcionamiento el nuevo sistema de cotización -, los autónomos que tuvieran un rendimiento neto inferior a los 1.000 euros no estaban obligados a presentar la declaración de la renta.
Este cambio se realizó en el Real Decreto-ley 13/2022, de 26 de julio, en el que se fijan las condiciones del un nuevo sistema de cotización para los trabajadores por cuenta propia o autónomos, donde, en la disposición final primera modifica el artículo 96.2 de la Ley 35/2006, del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, se establece que “estarán en cualquier caso obligadas a declarar todas aquellas personas físicas que en cualquier momento del período impositivo hubieran estado de alta, como trabajadores por cuenta propia, en el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos, o en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar”.
Esto implica que, la declaración de la renta de 2023, que se presentará entre abril y junio de 2024, la tendrán que presentar todos los autónomos aunque solo haya estado de alta un día, eso, independientemente de lo que hayan ganado en el año.
¿Por qué todos los autónomos tienen que hacer la declaración de la renta?
Esto es un efecto indirecto de este nuevo sistema de cotización, ¿por qué?, porque tanto Hacienda como Seguridad Social necesitan tener los ingresos de todos los autónomos.
Aquí entra en juego lo que se conoce como la regularización de la cuota. Trataremos de resumirlo.
El autónomo, en función de sus ingresos previstos, se encuadra en uno de los tramos de la Seguridad Social. Cada tramo implica que se le asigna al autónomo una base de cotización provisional y, por tanto, una cuota de autónomo a pagar mensual. Esto se puede cambiar hasta seis veces al año, en función de como estimes que vayan a cambiar los beneficios de tu actividad como autónomo.
Cuando finalice el año, la Seguridad Social regularizará la situación, y ¿Cómo lo hará? con los datos de la declaración de la renta del autónomo. Por eso necesita tener controlados a todos los autónomos.
Con los datos del IRPF facilitados por Hacienda, la Seguridad Social, usando los tramos, tendrá la base de cotización definitiva, con esto puede hacer dos cosas, si el autónomo pagó más cantidad de cuotas de las que le correspondía, la Seguridad Social le devolverá de oficio, y si fuera al revés, y hubiera cotizado menos, le notificará para que ingrese la diferencia.
En futuros años, el autónomo, para el encuadramiento en los tramos, usará como base provisional, el IRPF del año anterior, pero que solo lo tendrán disponible en junio de cada año.