Pero es esencial conseguir la mayor financiación posible para llevar adelante tu Plan de Empresa. Y aunque ello suponga firmar casi cualquier condición que el Director de la sucursal de turno te ponga delante, no te pongas nervioso. Esto no significa dar un salto al vacío, sino preparar un escenario que con el tiempo te permitirá obtener condiciones mejores. Lo que vamos a necesitar cuando iniciemos nuestra andadura va a ser la mayor flexibilidad posible.
Lo más sensato es negociar con más de una entidad y obtener lineas de financiación complementarias o similares para poder obtener un cierto margen de maniobra una vez tu negocio empiece a rodar. Aunque esto implicará un aumento de tus costes.
Así, por ejemplo, una buena opción sería tener abrir una cuenta corriente con dos entidades bancarias y distribuir la financiación que necesitemos entre ambas. Supongamos que vamos a necesitar algún renting o leasing para la maquinaria, mobiliario, vehículos, etc. Dividamos estos productos entre ambos. Abramos una linea de descuento de papel con ambos e intentemos ir moviendo ambas cuentas con nuestros primeros cobros y pagos equitativamente.
Pero aún tenemos otra opción más versátil de la que tirar mano combinándola con la anterior o incluso dándole un papel más activo: contratar un producto multilínea.
En la actualidad, algunas entidades, como Bankinter, empiezan a ofrecer productos de financiación multilinea que, pasando una única vez por notaría, te van a permitir obtener un límite de riesgo global que después, negociado con tu oficina, podrás distribuir entre los productos que englobe según tus necesidades.
Así por ejemplo, si tu necesidad de descuento de papel es significativamente mayor de lo que habías calculado, este producto te permitirá ampliarla cubriendo el disponible todavía no dispuesto, destinándolo a esta linea.
En el momento en que tu empresa empiece a dar sus primeros resultados positivos, aumentes la facturación, el número de clientes, etc. verás como es mucho más fácil sentarse frente al Director de esas entidades y re-negociar tus condiciones, porque estarás en una situación en que tu financiación no depende exclusivamente de una de ellas, y puedes forzar esas mejoras que al principio no pudiste conseguir.
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