Sin duda alguna uno de los factores que pueden determinar el cierre de una operación comercial entre dos empresas va a ser el feeling entre los representantes de cada una, llámense gerentes, llámense comerciales, etc. Y una de las formas más típicas para afrontar estas situaciones va a ser invitando a tu cliente a un Almuerzo de Trabajo.
El objetivo es claro: en un ambiente distendido se intenta conseguir un clima de acercamiento, casi de complicidad, que pueda desbloquear las negociaciones cuando así se encuentren, obtener esas condiciones más beneficiosas que se están buscando, o simplemente cerrar un acuerdo que no se veía demasiado próximo.
Algunas notas a tener en cuenta serán escoger un restaurante de ambiente tranquilo y de confianza, elegir una comida ligera, y evitar que sea excesivamente prolongado.
Y por supuesto, será tabú hablar de negocios. Recuerda que aunque estás allí para eso, es precisamente de eso de lo que no puedes hablar.
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Imagen | Sala China Blue, Hotel Conrad Tokyo