El final último de estos análisis sobre todo buscan disminuir nuestros riesgos empresariales, intentar no recortar empleos sino procesos y costes intermedios y sobre todo el ser capaz de ajustar los procesos a los tiempos que corren para adecuar nuestro modelo de negocio a la situación actual. Por ejemplo hay una rama especializada de la contabilidad, que se denomina analítica o de costes, con la que mediante métodos de cargas de trabajo y costes como el coste completo o el direct costing podemos intentar ser más eficientes y además recortar gastos, así como calcular de forma más fiable los que tenemos.
Lo más importante de ésto es que si analizamos los datos seremos capaces de conocer los patrones básicos de nuestra empresa, la tendencia de los clientes y la segmentación del mercado en el que nos movemos; a partir de ese punto podremos elaborar mapas de ejecución de proyectos o de segmentación de nuestros servicios para conseguir abaratarlos.
Realmente lo que intentamos hacer es analizar cuantitativa y cualitativamente nuestra actividad empresarial, para que basándonos en esos análisis y estadísticas poder tomar como empresa mejores decisiones tanto a corto como a medio plazo.
En resumen si aplicamos cierto criterio analítico podremos identificar mejor nuestros target o clientes potenciales para así conseguir enfocarnos en ellos y en lograr más ventas.
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