Uno de las frases más repetidas que se escuchan en boca de los políticos es que es imprescindible reducir las cargas administrativas de las empresas. Y esto pasa necesariamente por mejorar la administración electrónica, que por otra parte se obliga a utilizar a pymes y también autónomos.
Cuando hablamos de cargas administrativas muchas veces solo pensamos en el tiempo que nos ocupa poder levantar el cierre de nuestro negocio. Lo que tardamos en poner en marcha un negocio, los permisos que necesitamos, tasas que hay que pagar, altas de diferentes organismos, etc. Existen fórmulas rápidas para hacerlo en uno dos días, pero el principal problema viene después.
Porque para cualquier cosa que tenga que hacer un autónomo o empresa media con la administración electrónica poco menos que tiene que ser informático para que les funcione. En muchos casos es imprescindible contar con una ayuda externa que nos guíe en el proceso, ya que de otra manera el número de horas perdidas puede ser muy alto.
Y aquí podemos hablar desde remitir una factura electrónica a un ayuntamiento, dar de alta a un trabajador, presentar una alegación a cualquier procedimiento, etc. Y gran parte de los problemas los encontramos en la falta de coordinación de la propia administración, así como en la heterogeneidad de herramientas de firma, navegadores, sistemas de identificación, etc. que nos pueden exigir.
El laberinto de la administración electrónica es un ladrón de tiempo para muchas empresas
Para este trámite utilizar Internet Explorer y Java instalado para la firma. Este otro con Google Chrome y Autofirma, aquel tiene su propia aplicación creada que tenemos que descargar y así un largo etcétera. Y esto multiplicado por administración estatal, autonómica, diputaciones o ayuntamientos. Y lo que es peor, cero soporte desde la propia administración cuando tenemos un problema.
¿Dónde está realmente el problema? Pues en muchos casos en que la administración ha trasladado sus obligaciones, o parte de ella, a los administrados. Las empresas están obligadas a tramitar telemáticamente, lo que supone un gran ahorro de personal para la administración. Este personal excedente no se ha derivado a facilitar un soporte para cumplir con dichas obligaciones.
Por lo tanto el político proclama que habrá reducción de trabas administrativas en época electoral. Pero cuando llegan al Gobierno, prefieren ajustar el presupuesto sin invertir lo suficiente en una administración electrónica global, interoperable y sobre todo, fácil de utilizar para empresas y ciudadanos.
Imagen | toromeart