La primera duda que suele asaltar a quienes promueven un nuevo proyectoe mpresarial es si realmente será aceptado por el público objetivo, y si no es la primera duda mal empezamos. ¿De qué manera podemos validar nuestra idea para comprobar si va a funcionar?
El método Lean establece el concepto del producto mínimo viable, aunque realmente ésto hace muchísimos años que existe y se basa, para explicarlo de una manera sencilla, en crear un prototipo que funcione para que pueda ser probado en un entorno de mercado real pero controlado.
Hay un par de puntos básicos en los que debemos basarnos para construir nuestro producto mínimo viable. En primer lugar, para que el resultado de la prueba sea real, el producto debe funcionar. No se trata de tener una versión definitiva, lo que se pretende es que se valide la idea de producto, se trata de ver cómo reaccionan los posibles clientes ante la oferta e incluso de que aporten ideas para que éste pueda mejorarse.
En este aspecto muchos proyectos tecnológicos utilizan "beta testers", personas que prueban esa primera versión del producto y que hacen críticas y recomendaciones sobre el mismo. Lo importante de ésto es que el propio cliente ayuda a confeccionar el producto final, lo que contribuye a que éste sea más atractivo para ellos.
Peron no debemos quedarnos sólo en este aspecto, la prueba no estaría completa si no comprobamos que la aceptación del producto por parte del futuro mercado lleva aparejado la viabiliad económica del negocio. Podemos construir un producto atractivo y que cumple con las espectativas de nuestro mercado, pero ¿está ese mercado dispuesto a pagar por él? ¿y el precio del producto es aceptable para ellos y suficiente para garantizar que el negocio sea rentable?
Como siempre estamos hablando de una prueba, la inversión en la creación, desarrollo y puesta en el mercado del producto mínimo viable ha de ser la menor posible. Debemos pensar que la mayoria de los recursos necesarios no podemos utilizarlos en esta primera versión, lo importante vendrá cuando haya que trabajar sobre el modelo definitivo, por tanto la idea es un desarrollo low cost que permita sacar esa primera versión del producto.
Para los proyectos que buscan captar capital a través de inversores este ejercicio es fundamental. Es prácticamente imposible que nadie confíe en un negocio sólo por la idea y sin que haya demostrado que hay mercado para él y que ya haya ventas (aunque sean pocas) que puedan anticipar el éxito del producto. Una vez que se tiene ésto y con un modelo escalable será más sencillo que, con la aportación de nuevos recursos, podamos logar el objetivo empresarial planteado.
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