Los límites del sistema de módulos hace varios años que tendrían que haber bajado. Se trata de un sistema articulado en el siglo pasado para poder recaudar impuestos de las pequeñas empresas y en las que no se tiene en cuenta la cantidad facturada, sino solo si está o no dentro de determinados baremos. Sin un Gobierno a la vista y con la repetición de elecciones en el horizonte, las empresas que cotizan por módulos serán las grandes beneficiadas.
Por supuesto si vamos a repetición de elecciones será una cuestión que no habrá tiempo para abordar. Entre que se forma Gobierno y no estamos a primeros de año como fecha más optimista. Por lo tanto en este caso tendrán un año más de prórroga con los límites actuales.
Pero es que aunque se forme Gobierno, mientras se están preparando y negociando los presupuestos nos metemos a finales de año y no se ha tomado una decisión. A pesar de que llevan tres años de demora en aplicar los nuevos límites, las empresas necesitan un mínimo margen, pongamos un trimestre, para adaptar sus previsiones y balances ya que para la mayoría de ellas, dejar de tributar por módulos supondrá pagar bastante más.
Con las necesidades de aumentar la recaudación y teniendo en cuenta que el tipo de IRPF medio por el que tributan los inscritos en módulos es del 7,27%, con datos de 2016, mientras que el global de los autónomos lo hace por un 20,33%, lo cierto es que esta modalidad está marcada para ir desapareciendo progresivamente.
Todo dependerá de si existe o no acuerdo para los presupuestos. La realidad es que si se mantienen prorrogados, habrá que esperar un año más para bajar el límite de los 250.000 euros actuales a 150.000 previsto desde 2015 y que cinco años después sigue sin aplicarse.