Llevamos bastante tiempo escuchando hablar tanto a representantes de autónomos como del Ministerio de Seguridad Social de la necesidad de que los inscritos en el RETA coticen por sus ganancias. Se acabaría de esta manera con la libertad de elección de bases actual. Y lo cierto es que la cotización por ingresos reales llegará en 2022 y no será para todos los autónomos.
Esto en el mejor de los casos, porque también se auguraba que había acuerdo para que llegara en 2021 y no ha sido así. La implantación se hará de forma progresiva por sectores. De lo que se trata es de que la cotización se aproxime lo más posible a lo que ellos generan, sin que se produzcan grandes discrepancias o genere gastos de gestión. De esta manera posiblemente sean los autónomos societarios y los que tributan por módulos los que queden fueran en un primer momento.
No anticipar dinero como ocurre con el IVA
Más allá de quién está dentro y quién esté fuera, lo importante es el sistema de cálculo para no tener que pagar por ingresos futuros que no han llegado a cumplirse. En muchos sectores los ingresos fluctúan, tanto anualmente como de un mes a otro. Y lo ideal es que se ajuste por tramos para que no halla grandes saltos. O saber si habrá un liquidación de cotizaciones tal y como ocurre con el IRPF donde se realice el ajuste final.
Por otro lado también es importante saber cómo va a quedar la tarifa plana para nuevos autónomos. Para aquellos que inician un negocio ahora tienen una importante bonificación durante los dos primeros años que podrían perder si se implanta la cotización por ingresos reales, en el caso de que el negocio empiece a dar beneficios desde el primer día, algo que rara vez ocurre.
En el mismo caso se encuentran los autónomos en pluriactividad, de los que se ha hablado muy poco en este tema. ¿Pagan la cuota en función de sus beneficios como autónomos? ¿Tendrían alguna penalización adicional por los ingresos que obtienen en sus trabajos por cuenta ajena?
En el mismo caso se encontrarían autónomos a tiempo parcial o de temporada. En este segundo caso los ingresos son muy variables, donde un mes que inicie su temporada pueden ser muy escasos y al siguiente facturar la mayor parte de sus ingresos anuales.
Y todo esto sin que suponga un aumento de las cargas administrativas para los autónomos, para los que todos este proceso debería ser transparente. Un trabajo complicado que tendrán que definir entre el Ministerio y los representantes de los autónomos, de manera que ambas partes salgan beneficiadas de este nuevo sistema.
No todo el mundo está de acuerdo con el nuevo sistema
Es normal que muchos autónomos estén en contra de este sistema por diferentes motivos. Empezando porque muchos no tienen clara la solvencia del sistema de pensiones y prefieren dividir sus esfuerzos entre planes de ahorro privados y la pensión pública. De esta manera también tienen unos ahorros con los que hacer frente a situaciones complicadas en sus empresas, como puede ser el caso actual.
También existe cierto recelo con los legisladores. Cada vez que se plantea una reforma que se vende como un beneficio para los autónomos acaba por perjudicarlos en determinados aspectos. Valga como ejempolo el IVA de caja, las deducciones de dietas que resultaron inaplicables o lo irrisorio de la deducción de los suministros para los autónomos que trabajan desde casa.
Si a esto le sumamos una Seguridad Social con muchos gastos y falta de ingresos muchos piensan que la reforma se vende para que sea un sistema más justo, pero la realidad será que la mayoría de autónomos pagarán más para obtener en el futuro unas pensiones que están en el aire o tener mejores coberturas en caso de enfermedad o accidente laboral, algo que ya muchos gestionan con un seguro privado.