Preocuparnos en exceso no es bueno, pero en ocasiones, no somos capaces de dejar de hacerlo y le damos vueltas una y otra vez a los mismos temas. En el ámbito laboral no hay algo que más desgaste que alimentar ese tipo de pensamientos.
La ansiedad, el nerviosismo e incluso, miedo no son buenos compañeros de viaje en el trabajo. Tratar de olvidarse del "Y si..." es lo ideal para resultar productivos y sentirnos al cien por cien en la empresa. Todos nos equivocamos, asumir que la perfección no existe hará que aceptemos mejor nuestros fallos.
Tratar de vivir el presente
Hacer todo lo posible para centrarnos en el aquí y ahora es fundamental. Pensemos que aquello que nos preocupa y a continuación en lo peor que podría pasar.Por ejemplo, si tenemos miedo a perder el trabajo, recreemos en la mente esta posibilidad como si fuera real y tratemos de asumirlo.
Este ejercicio tan sencillo nos dará tranquilidad y nos ayudará a no pensar en ello con tanta frecuencia, sobre todo si no tenemos ningún indicio.
Frenar la tendencia a la negatividad
Si tenemos pensamientos irracionales, es decir, completamente alejados de la realidad, trataremos de cuestionarlos, de hacernos este tipo de preguntas:
¿Qué posibilidades hay de que mis temores sean reales?
¿Soy objetivo a la hora de valorarlos?
¿Realmente creo que esto pasará en el futuro?
Situaciones por las que no vale la pena agobiarse
Pasado: Ya no hay marcha atrás, por lo que no tiene sentido pensar en ellos una y otra vez. Lo único que podemos hacer es aprender del error para no volver a repetirlo.
Problemas sin solución:Si no hay manera de arreglarlos ¿por qué preocuparnos por ellos? Si lo hacemos, nos desgastaremos inútilmente.
Cosas que no están en nuestras manos: Si la solución no depende de nosotros, es inútil agobiarse por ello. Dejemos que sean las personas que sí pueden hacerlo las que lo solucionen.
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