No hace mucho que la Ministra de Empleo, Fátima Bañez, avisaba a las empresas de que ya era el momento de empezar a subir los salarios después de años de congelación. Pero si a pesar de la advertencia de la Ministra en tu empresa hacen caso omiso, vamos a ver cómo pedir un aumento de salario en la empresa.
Porque es fundamental establecer una negociación, un objetivo para que sepan que aspiramos a mejorar nuestras condiciones laborales. De esta forma en caso de negativa ya saben que tienen a un trabajador que no va a estar contento, aunque tenga que conformarse. El siguiente paso seguramente será empezar a buscar fuera lo que no se consigue en la propia organización.
El empleado como activo de la empresa
La primera regla en una negociación de este tipo es hacerse valer. El empleado no deja de ser un activo de la empresa y tienen que resaltar los aspectos por los cuales su trabajo es muy rentable para la empresa. En este sentido las referencias de los clientes con los que tratamos son importantes, ya que en muchos casos ellos son los principales avales de nuestro trabajo.
Es importante establecer una secuencia cronológica, para que la empresa sea consciente de nuestra evolución en el sector. Dónde estábamos cuando empezamos a trabajar, cuál ha sido nuestra evolución y cómo hemos mejorado en nuestro puesto de trabajo. Se tiene que ver que el trabajador es ahora mucho más eficiente que hace unos años cuando inició su andadura en la empresa. Si se ha aportado alguna solución que ha mejorado el resultado de la empresa también es fundamental remarcarlo.
No sólo cambia el trabajador y la empresa, también cambia el mercado de trabajo. Y ahora que las condiciones han mejorado se paga más. En este sentido si tenemos alguna oferta concreta de otra empresa es mejor ponerla en este momento encima de la mesa, no como un ultimatum, si como una forma de comparar lo que se ofrece hoy en día para un puesto de trabajo similar al nuestro.
Al final hay que regatear
Es fundamental decidir el aumento que se va a pedir. No puede ser excesivo, pero tampoco tiene que ser simbólico. Además lo más probable es que tengamos que regatear la cantidad, que no será la más alta que hemos solicitado. En este sentido siempre es bueno añadir acuerdos de revisión periódicos. Aceptamos una subida menor, pero con el compromiso de revisarlo al siguiente año.
No sólo pidas mejoras salariales, sino que hay otras cuestiones que se pueden mejorar, como horarios, responsabilidades, cheques restaurante, posibilidades de conciliación, etc. Hay otros incentivos que pueden ser más atractivos para las empresas que muchas veces les cuesta subir el salario.
Por último y quizás es uno de los aspectos más importantes, es fundamental saber elegir el momento adecuado. Si en todo caso en la empresa no consideran nuestra propuesta, siempre podemos emplazar al responsable a revisar la mejora en unos cuantos meses si este no es un buen momento. Si pasado ese tiempo seguimos igual, ha llegado la hora de buscar un cambio de empresa.
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