Uno de los problemas que sufren determinadas empresas es la excesiva rotación de personal y en muchos casos la falta de implicación del mismo. Y ocurre en muchos casos en aquellos puestos que no tienen una curva de aprendizaje alta, es decir, que el empleado que ocupa el puesto a los pocos días es 100% productivo. Pero muchos de estos trabajadores no tienen un vínculo que les ate a la empresa y cambian de trabajo o simplemente lo dejan de un día para otro. En estos casos, ¿qué ofrece tu empresa además del salario mínimo para contratar a un empleado?
Porque este es el principal problema en muchas ocasiones. Salario mínimo y condiciones laborales que no dan ningún extra para mantener este trabajo más allá de la posibilidad de un salario para cubrir nuestras necesidades básicas. En condiciones de alto paro la rotación baja, pero a poco que mejore la economía y existan más posibilidades de cambiar de trabajo empieza el baile.
No se necesita mucho para tomar la decisión del cambio, basta mejorar alguna variable, que en muchos casos ni siquiera tiene que ver con el salario, como pueden ser:
- Un contrato más estable, indefinido en lugar de temporal, por ejemplo.
- Un centro de trabajo más cerca de nuestra residencia.
- Un trabajo más cómodo, que no obligue tanto a un esfuerzo físico o estar trabajando en la calle pasando calor o frío según la estación del año.
- Un mejor ambiente laboral, que es muy importante para que los empleados se identifiquen con la empresa y se comprometan con los objetivos comunes.
- Mejores horarios.
- Mejores posibilidades de formación dentro de la empresa.
- Un plan de carrera en la empresa, que nos permita ascender en el futuro.
La realidad es que en muchos casos no se trabaja ni potencia nada. Más bien al contrario. Es una opción de gestión como cualquier otra, pero lo que siempre me sorprende en estos casos es que a pesar de todo se quejan de lo malo que es el personal que tienen o que de un día para otro se marchan sin decir adiós.
El principal problema es que nos quedamos con los empleados que tienen menos cualificación, aquellos que han tenido menos posibilidades de cambiar de empresa, los que tienen menos experiencia, etc. Y todo esto en general supone un problema porque en la mayoría de los casos esta rotación acaba por quemar a los que se mantienen en la empresa que tienen que estar formando cada poco tiempo a nuevos compañeros o cubriendo y cambiando sus turnos porque alguien no se ha presentado a trabajar.