¿Estás "quemado" en tu trabajo? Estos son algunos de los signos que lo evidencian

El síndrome del trabajador quemado es un fenómeno demasiado habitual en las empresas españolas. La elevada carga de trabajo que muchos empleados tienen que soportar unido a las interminables jornadas que impiden conciliar la vida familiar y laboral son algunas de las causas más frecuentes de estrés laboral.

Ahora bien, ¿sabemos reconocer este problema? ¿Cuáles son los síntomas que lo evidencian? Aprender a identificarlos puede ser tarea muy complicada, pero reconocer a tiempo que estamos quemados puede servir como aviso: todavía estamos a tiempo de reconducir la situación. En LifeHack.Org han recogido más de veinte.

Signos Psicológicos

  • Sensación de fracaso. Dudamos de todo pero, en especial, de nuestras capacidades.
  • Nos sentimos derrotados, incompetentes, sin ayuda posible.
  • Falta de interés y de actitud en lo que hacemos, no solo en el trabajo, sino también con nuestra familia y con nuestras aficiones.
  • Actitud negativa hacia la vida, impaciencia, crispación.
  • Sentir que todo se desmorona a nuestro alrededor, y no podemos hacer nada por evitarlo.
  • No sentir ninguna satisfacción por lo que hacemos, aunque esté bien hecho.
  • Episodios de pérdida de memoria cada vez más frecuentes y dificultad para centrarnos en algo tan sencillo como una conversación.
  • Sentirnos vacíos y con una distancia insalvable con el resto del mundo.
  • Trabajamos durante más horas pero obtenemos peores resultados.

Signos Físicos

  • Siempre estamos cansados; nos falta energía y vitalidad
  • Falta de apetito; desaparece el interés por mantener relaciones sexuales; insomnio.
  • No nos sentimos bien y nos aquejamos de un dolor desconocido, además de sufrir dolores de cabeza constantes, molestias en la espalda y en el cuello. El dolor muscular es generalizado.

Cambios en nuestro comportamiento

  • El absentismo laboral es cada vez más habitual. Llegamos tarde al trabajo como norma lo que provoca, en última instancia, nuestro despido.
  • Aumento del número e intensidad de los conflictos tanto con nuestros compañeros de trabajo como con nuestros familiares y amigos.
  • Falta de cuidado e higiene personal.
  • Tendencia cada vez mayor a aislarnos y recluirnos en nosotros mismos y falta de responsabilidad.
  • Abusamos del alcohol y otras sustancias nocivas para nuestro organismo.

En Pymes y Autónomos | El síndrome del asesor quemado y el desprecio hacia tu empresa Imagen | PDPics

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