El surgimiento y la expansión de los teléfonos inteligentes conlleva que todos los miembros del equipo en la empresa acaben colgando, por opción u obligación, el cartel de ‘Disponible’ casi las 24 horas del día. Y esa realidad, hacia la que caminamos en los últimos tiempos, debe implicar una regulación seria para evitar abusos, grandes cantidades de horas extra y serias dificultades para la necesaria desconexión.
Un correo electrónico para reclamar la resolución de un tema ‘urgente’ un domingo por la mañana. Un mensaje a través de Whatsapp con el aviso para el envío de un documento de trabajo a horas intempestivas. Muchos pueden ser los casos que se den y que seguro serán conocidos y muy cercanos para muchos trabajadores, ya sea en empresas o como autónomos.
Como decíamos hace unos días, no es mejor trabajador el que está 24 horas al día conectado. Fomentarlo desde la empresa es contraproducente, puesto que se puede convertir en un boomerang que acabe volviéndose con más fuerza en forma de menor productividad de muchos de los miembros, cansancio generalizado en el equipo y cierto hartazgo.
Ante esta tendencia clara, hay que aclarar que las mayores posibilidades para conectarse a la red facilitan el trabajo diario y pueden incrementar de forma considerable el rendimiento en la empresa. Tener ese potencial gracias, especialmente, a la expansión de los smartphones debería ser una buena noticia, siempre y cuando no se lleve más allá de los límites lógicos.
Y digo que necesita una regulación, para evitar abusos aprovechando esta nueva realidad tecnológica. Horarios, rutinas, sistemas... Cada empresa debe establecer los límites que estime oportunos. Pero lo que resulta, cada vez, más evidente es que éstos últimos empiezan a ser necesarios.
En Pymes y Autónomos | No es mejor empleado el que está 24 horas conectado, ¿Realmente podemos desconectar en vacaciones? Imagen | ozanhatipoglu