La penúltima entrega de Negocios al límite nos lleva hasta la provincia de Barcelona, concretamente a HobbyZoo Argentona, un comercio de animales, que ha pasado de los años boyantes a una situación límite, en gran medida siendo responsabilidad de su propietario Daniel, por los motivos que explicaremos a continuación. Si queréis ver el programa no tenéis más que seguir este enlace.
De los cuatro programas emitidos hasta la fecha quizás éste sea el más guionizado de todos, lleno de momentos claramente manipulados para aportar un dramatismo que debería ser endógeno, derivado de la propia situación del negocio, y no a cuenta de picos de tensión: que si se escapa la pitón, que si se queda dormido y no viene a trabajar el dueño, que si hay broncas y supuestas rebeliones, etc.
¿Qué podemos encontrar aprovechable en esta entrega?
Los riesgos de la confusión de una denominación
A alguien a quien sospecho que no le habrá hecho mucha gracia la emisión de este programa es a la cadena de franquicias Hobby Zoo. Y es que a pesar de dedicarse a lo mismo y compartir denominación no tiene nada que ver, lo que obligo a los primeros a poner el siguiente comunicado en su web ante los problemas derivados de quien pensase que era un franquiciado:
Hobby Zoo desea exponer que durante la emisión del programa "Negocios al Límite", el día 9 de febrero de 2014 en la cadena televisiva Cuatro, se mostró un comercio denominado "HobbyZoo Argentona" que no está ni ha estado nunca relacionado con esta franquicia de tiendas de mascotas; que independientemente del juicio personal sobre el desarrollo de la actividad de dicho comercio, Hobby Zoo está compuesto por un equipo profesional con 35 años de experiencia y una política de actuación totalmente ajena a las imágenes mostradas.
Lo cierto es que ni lo es ni parece haberlo sido en el pasado, lo que nos lleva al cuidado exquisito que hay que tener al elegir nuestro nombre comercial, nuestras marcas, etc, y como tenemos que defender estos activos inmateriales con uñas y dientes.
Resulta curioso que hayan coexistido ambas empresas sin que hayan surgido problemas con el tema de la denominación. Quziás ambos pensaran que su ámbito de actuación, nacional uno, y muy local el otro, desmerecía el coste de impedir que una de las dos partes usase dicha marca, pero el tiempo ha demostrado que era un error, un error clamoroso. Es lo que tiene la televisión y la amplificación por internet y las redes sociales.
De hecho, quizás para evitar problemas, quizás por concepción de negocio, al finalizar el programa se ve como se cambia el nombre comercial, pasando a denominarse Doria Exotics. Por cierto, que más les valdría no ir dejando cadáveres digitales como su antigua web ocupando espacio y posicionamiento en la Red.
No se puede nadar contra la marea del mercado
Cuando uno ve el programa lo que percibe es que Dani ha perdido la pasión, que no le motiva el negocio, de ahí su renuncia al liderazgo (y con el caos en el comercio). Y en el origen de dicha desazón podemos encontrar que el negocio que le gusta a Dani es el de los animales exóticos, el de los reptiles por ejemplo, y no el de las mascotas de toda la vida, el de los animales domésticos "más vulgares".
Cabría preguntarse hasta qué punto la crisis afectó a ese boom que hubo en España por las especies exóticas, como cuando desapareció el dinero fácil, el aluvión de unifamilares, de adosados, de amplios espacios, la moda implosionó. Y cabe cuestionarse como es posible que Dani no se diese cuenta ni quisiese asumir la realidad.
En principio, la solución que le ofrece el programa a Dani es seguir con la tienda de siempre, incrementando la gama de servicios, precisamente hacia animales que no le hacen tilín (pensemos en la peluquería canina). Sin embargo, tanto en la elección de la nueva denominación, como en la oferta de animales que podemos encontrar en la web, vemos que se sigue primado la tendencia de Dani hacia su especialización.
Ahora bien, ¿es esta solución sostenible en el tiempo?, ¿aguantará Dani en un negocio que a todos luces no es el suyo? Tengo mis dudas, y creo que se podría haber optado por otras soluciones.
Alternativa: reinvención radical
Es posible que la cuota de negocio de los animales exóticos se haya hundido, pero sigue existiendo. Y si en los animales domésticos Dani es uno más (o quizás uno menos), en lo suyo parece bueno, muy bueno. ¿Por qué en vez de reforzar los puntos débiles no se apuesta por hipertrofiar los puntos fuertes, por una apuesta radical por los animales exóticos?
Claro que ese doble o nada debería conllevar cambios profundos, como por ejemplo un cambio en la ubicación del negocio a una población mayor, como por ejemplo la propia Barcelona, la inclusión de servicios nuevos de consultoría a otros comercios en materia de reptiles, shows con los mismos en colegios, entidades públicas y empresas, etc.
En definitiva, estamos hablando de matar HobbyZoo Argentona, y por supuesto de acometer una profunda reestructuración de personal que a todas luces es exageradamente grande para el negocio actual (ocho personas), y más aún para este, una suerte de mezcla entre pequeña boutique y asesoría sobre reptiles y similares.
¿No es políticamente correcto al suponer despidos? Bien, sigamos viviendo en el país de Jauja.
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